En una entrevista concedida a Libre Mercado, el catedrático de Filosofía del Derecho critica la moralización de la política que degrada el ideal de la ley. Afirma en su libro que las leyes empiezan a parecer manifiestos políticos, con exposiciones de motivos sacadas de programas electorales.
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Toda legislación tiene un fundamento ideológico, pero se ha exacerbado en esta «santimonia». Sus leyes tienen preámbulos larguísimos, casi poéticos, inversamente proporcionales al escaso contenido de su articulado.
Afirma que solo los derechos absolutos, universales e inalienables deben tomarse en serio. Lo contrario devalúa la ley, paraliza el debate público y convierte demandas en derechos humanos. El debate se esclerotiza y los derechos en conflicto se multiplican.
La hipermoralización vulnera la neutralidad del Estado liberal y ahoga la libertad individual. Es un problema propio de la degradación actual, señala De Lora.
El populismo no está solo en los extremos, también en leyes que confían un poder casi sacrosanto. Como dijo Daniel Gascón, «en la lucha contra el mal lo importante es sentirse bien», o como dijo Jean Claude Juncker, los gobernantes saben «qué es lo que hay que hacer. Lo que no saben es cómo hacerlo y después ganar las próximas elecciones».
Fuente:Pablo de Lora: «La sobreabundancia de derechos multiplica los conflictos» –
