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Richard Dawkins, Sam Harris, Christopher Hitchens y Daniel Dennett fueron considerados entre los 90 y el 2010 los grandes autores del llamado «nuevo ateísmo», por lo general centrados en criticar las religiones como anticientíficas, pensamiento mágico y, más grave aún, inmorales e injustas.
En 2023 se publicó un libro en inglés titulado «Coming to Faith Through Dawkins» (Llegando a la fe mediante Dawkins), editado por Denis Alexander y Alister McGrath. Hacen una recopilación de 12 ensayos-testimonios en primera persona de personas que en algún momento abrazaron el ateísmo impulsados por la lectura de estos autores, pero que hoy son cristianos.
Según la bióloga Sara Sybesma Tolsma, los 12 autores comparten algunas características:
1) Eran personas muy cultas, convencidas de que ciencia y religión eran incompatibles.
2) Tenían un perfil psicológico similar: escépticos, curiosos, pensadores críticos, amaban la ciencia.
3) El «nuevo ateísmo» funcionó para ellos durante un tiempo… pero llegó un momento en que sintieron «una sensación de vacío, sensación de que hay algo más».
Hay 2 cosas que les llevaron a replantearse su ateísmo:
1) Una crisis vital como una ruptura o un fallecimiento, que les llevó a preguntarse por el sentido de la vida.
2) Trabajar con los más vulnerables y preguntarse por el bien, el mal y la fraternidad.
Ante estas preguntas, se volvían a leer los libros ateos y les parecían huecos, enojados, irrespetuosos.
Descubrieron cristianos pacientes y razonados, que se tomaban en serio sus dudas y les daban argumentos sólidos. Algunos destacan al escritor C.S. Lewis.
En otra reseñadora, Kristine Johnson, destaca algo de cada autor:
– Sy Garte: veía incoherencias y errores en los libros ateos.
– Sarah Irving-Stonebraker: el ateísmo no daba sentido a lo que veía como historiadora.
– Peter Byrom: la evidencia le llevó a donde Dawkins no quería.
– Anikó Albert: vio selección sesgada de datos en los libros ateos.
– Andrew G. Gosler: la naturaleza le llevaba a la fe y al sentido.
– Johan Erasmus: le molesta cuando los ateos caen en simplismos polémicos.
– Nick Berryman: el cristianismo intelectual le pareció sólido y persuasivo.
– Louise Mabille: Dawkins no intentaba presentar al cristianismo de forma justa.
– Rafik Samuel: los ateos no entraban en argumentos lógicos.
– Judith Babarsky: Dawkins no era objetivo.
– Waldo Swart: los libros ateos le parecían cada vez más flojos.
– Ashley Lande: los libros de Hitchens le parecían inútiles.
Johnson considera las historias inspiradoras y recomienda el libro.
Fuente: Los arrepentidos del nuevo ateísmo: preguntaron por el sentido de la vida y vieron respuestas
