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Jóvenes católicos filipinos organizan «Marcha de la Humildad» como alternativa espiritual
Un movimiento de jóvenes católicos en Filipinas ha organizado «Marchas de la Humildad» –procesiones eucarísticas por toda la ciudad y actos públicos de reparación al Sagrado Corazón de Jesús– en las principales ciudades del país durante el mes de junio, como una auténtica alternativa espiritual a las expresiones seculares del «orgullo».
La iniciativa fue pionera de Raven Castañeda, un estudiante universitario que se sintió conmovido al ver lo que sucedía en su campus jesuita.
«Comencé la ‘Marcha Humilitas’ por una inspiración que recibí. En junio de 2023, mientras caminaba por el campus de mi universidad, vi una multitud promoviendo el vicio del orgullo, ondeando sus banderas en una universidad dedicada a Nuestra Señora», relató Castañeda.
Tras orar en la capilla de adoración, Castañeda hizo un voto:
«Prometí a Dios que, al año siguiente, con la ayuda de su gracia, ondearía públicamente la bandera de su Sacratísimo y Humildísimo Corazón para recordar a la gente que en este Corazón está el Amor que salva».
Sus esfuerzos dieron fruto cuando cientos de católicos, principalmente jóvenes, se unieron a la marcha junto con organizaciones como Familias Misioneras de Cristo, Solteros por Cristo, Jóvenes por Cristo, Provida Filipinas, entre otros grupos.
Filipinas tiene una larga tradición de devoción al Sagrado Corazón. El país fue consagrado por primera vez al Sagrado Corazón de Jesús por el presidente Ramon Magsaysay en 1956, y esta consagración fue renovada personalmente por el presidente protestante Fidel Ramos en junio de 1995.
Entre los participantes destacados está Xyril, una ex lesbiana que solía asistir a marchas del orgullo. «Pensé que había encontrado amor e identidad, pero en el fondo siempre me sentí perdida e incompleta», compartió. Tras una profunda experiencia espiritual durante una Misa, donde vio el «corazón resplandeciente» de Jesús, comenzó su camino de conversión a la fe católica.
«La Marcha Humilitas no era como las del ‘Orgullo’. No era ruidosa ni jactanciosa. No se trataba de ser vanamente adorado, sino de ser visto por Dios. No era una protesta, sino una procesión», explicó Xyril.
El padre Joel Jason, sacerdote filipino conocido por su trabajo promoviendo la teología del cuerpo de San Juan Pablo II, explicó que la táctica del demonio siempre ha sido la misma:
«El orgullo da paso a la rebelión y al motín contra la naturaleza y la creación. El orgullo dice: ‘No soy una criatura; soy mi propio creador'».
Al finalizar la marcha, cientos de jóvenes firmaron una declaración comprometiéndose a promover la devoción al Sagrado Corazón y la Eucaristía, caminar con los pobres, construir una sociedad guiada por las enseñanzas de Cristo y evangelizar con valentía, fortaleciendo comunidades formadas en la fe católica ortodoxa.
Fuente: ‘Humility March’ for the Sacred Heart Counters ‘Pride March’ in the Philippines