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Las cifras oficiales revelan un incremento significativo, un 16,6% en las declaraciones de eutanasia en Bélgica durante 2024, alcanzando un total de 3.991 casos, según el informe anual de la Comisión Federal de Control y Evaluación de la Eutanasia (CFCEE). Este aumento se enmarca en una tendencia sostenida que ha visto crecer los números año tras año: 2.699 casos en 2021, 2.966 en 2022 y 3.423 en 2023, con la única excepción de 2020, cuando se registró una disminución debido a las restricciones por la pandemia.
Un dato significativo es que la eutanasia representó el 3,6% del total de fallecimientos en el país durante 2024. Sin embargo, el incremento no fue uniforme en todas las regiones lingüísticas. Mientras las declaraciones en neerlandés aumentaron un 25%, las realizadas en francés experimentaron una ligera disminución, pasando de 1.001 casos en 2023 a 949 en 2024. La CFCEE ha manifestado no poder explicar esta disparidad regional.
El cáncer continúa siendo la principal razón para solicitar la eutanasia, y representa el 54% de los casos. No obstante, se observa un aumento significativo en las polipatologías como causa subyacente, que pasaron del 23,2% en 2023 al 26,8% en 2024. Las afecciones psiquiátricas constituyeron el 1,4% de los casos de eutanasia durante el período analizado.
Un aspecto particularmente sensible del informe es la documentación de un caso de eutanasia en un menor de edad durante 2024, con el cual se eleva a seis el número total de menores desde que se amplió la legislación para incluir esta posibilidad. Las estadísticas también revelan que el 1,3% de las eutanasias correspondieron a personas menores de 40 años.
La dimensión internacional del fenómeno se refleja en los 120 casos de personas domiciliadas en el extranjero que recurrieron a la eutanasia en Bélgica, en su mayoría (106) ciudadanos franceses. Este dato subraya el lamentable papel de Bélgica como destino para quienes buscan acceder a la eutanasia desde países con legislaciones más restrictivas.
Es notable que, durante 2024, a pesar del incremento en el volumen de casos, la CFCEE no remitió ningún expediente a la justicia, aunque ha expresado preocupación por el aumento en su carga de trabajo. Este dato sugiere que los procedimientos se realizaron dentro del marco legal establecido.
La evolución de la práctica de la eutanasia en Bélgica refleja un cambio gradual en las actitudes sociales hacia el final de la vida, que los legisladores y promotores ven como algo ‘positivo’ (pero que en realidad demuestra un pragmatismo amoral y un pesimismo existencial). Dicho incremento plantea importantes desafíos para el sistema sanitario. En la región flamanda, junto con la creciente importancia de las polipatologías como justificación, se puede entrever claramente una normalización progresiva de esta opción en la sociedad belga.
La Iglesia Católica mantiene una posición clara contra la eutanasia, considerándola moralmente inaceptable. El Catecismo de la Iglesia Católica establece que la eutanasia directa, consistente en poner fin a la vida de personas discapacitadas, enfermas o moribundas, es moralmente inaceptable. Cualquier acción u omisión que, por su naturaleza o en la intención, cause la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana.
Fuente: Belgique : les euthanasies en hausse de 16,6% en 2024