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Una controvertida y extraña decisión judicial en el condado de Hamilton, Ohio, les ha permitido a profesionales de la salud no médicos, prescribir fármacos abortivos. La jueza Alison Hatheway, del Tribunal de Primera Instancia, concedió una medida cautelar contra las regulaciones estatales que anteriormente restringían esta práctica a médicos titulados.
La resolución judicial permite ahora que enfermeras practicantes, parteras certificadas y asistentes médicos puedan recetar la píldora abortiva, una decisión que ha generado intenso debate sobre la seguridad de las pacientes y el alcance de la práctica médica.
La medida responde a una demanda presentada inicialmente en 2021 por Planned Parenthood y la ACLU contra una ley de Ohio que prohibía el «aborto por telemedicina», donde se prescribían medicamentos abortivos sin examen presencial. Según reporta el Ohio Capital Journal, la industria abortista posteriormente amplió su demanda, argumentando que ciertos estatutos sobre licencias médicas en el Código Administrativo y el Código Revisado de Ohio podrían interpretarse como restrictivos para que los profesionales clínicos avanzados proporcionaran atención médica abortiva.
La jueza Hatheway fundamentó su decisión citando la enmienda constitucional aprobada por los votantes de Ohio en noviembre pasado, que estableció el aborto como un «derecho» constitucional en el estado. En su dictamen, enfatizó que dicha enmienda «otorga amplias protecciones que garantizan la autonomía reproductiva para las pacientes en Ohio».
Sin embargo, tal decisión ha sido ampliamente cuestionada por parte de los ciudadanos y de organizaciones provida. Ohio Right to Life calificó el fallo como una «interferencia judicial imprudente», pues «la práctica de la medicina debe ser realizada por médicos, no por abogados que están diluyendo la práctica médica y poniendo en riesgo la vida de las mujeres», que es lo que ha ocurrido aquí.
Los datos estadísticos respaldan estas preocupaciones. Un análisis reciente de datos de seguros médicos reveló que el 11% de las mujeres que toman la píldora abortiva experimentan complicaciones graves como sepsis, infección, hemorragia u otras complicaciones potencialmente mortales. Esta tasa es 22 veces superior a la tasa de complicaciones reportada por la FDA en la etiqueta de la mifepristona. Además, un estudio independiente realizado en Irlanda encontró que el 12% de las mujeres acudieron a urgencias por sangrado o infección después de tomar la píldora abortiva.
Los riesgos se incrementan significativamente cuando la píldora se administra mediante ‘telemedicina’, ya que las pacientes no reciben un ultrasonido u otras pruebas estándar para confirmar la edad gestacional y descartar un embarazo ectópico. Las estadísticas indican que el aborto químico tiene un riesgo de complicaciones de 1 en 20 y un riesgo de eventos adversos graves de 1 en 300.
Ohio Right to Life ha expresado su confianza en que el Fiscal General de Ohio, Dave Yost, tendrá «fundamentos suficientes» para apelar el fallo, dada la evidencia sobre los riesgos para la salud de las mujeres.
Fuente: Judge rules non-physicians can now prescribe abortion pill in Ohio