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Un autobús que protestaba contra la persecución cristiana en la ceremonia de apertura olímpica es incautado en Francia por la gendarmería.
París, 8 de agosto de 2024.- Un controversial incidente se registró en la capital francesa cuando un autobús que protestaba contra lo que sus ocupantes consideraron una parodia blasfema de la Última Cena de Jesús en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, fue incautado por la gendarmería francesa.
Ignacio Arsuaga, fundador y presidente de CitizenGo, una red de activistas que luchan contra la agenda progresista en la esfera pública, anunció en una publicación del 6 de agosto que un fiscal francés había ordenado a la gendarmería incautar uno de los autobuses de la organización, que protestaba contra el espectáculo drag de la Última Cena presentado en la ceremonia inaugural olímpica.
«Esta noche, un fiscal francés, bajo órdenes de Macron, envió a la gendarmería francesa a incautar el autobús de CitizenGO en París. El autobús estaba protestando contra la burla de la Última Cena en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos y exigiendo que las autoridades francesas y el COI dejen de atacar…», tuiteó Arsuaga, acompañando su mensaje con una imagen del autobús detenido.
Según el activista español, seis miembros de la organización también «fueron esposados, arrestados y pasaron la noche en una celda sin acceso al agua».
«Nuestro abogado nos dice que no hay caso y que el fiscal ordenó a la gendarmería arrestar a los manifestantes a pesar de que no había caso», continuó, señalando los planes de la organización para presentar una demanda.
«Los gobiernos progresistas se están volviendo cada vez más totalitarios», concluyó: «seguiremos denunciando esto».
CitizenGo lanzó una petición tras la polémica ceremonia de apertura olímpica, pidiendo a otros que se levanten contra el Comité Olímpico por permitir que se llevara a cabo la ceremonia.
«Esta fue una parodia deliberada y viciosa que humilla nuestras creencias más preciadas como cristianos; saben que somos un blanco fácil», se lee en la petición: «Y hasta que los detengamos, seguirán haciéndolo. Se trata de defender nuestra fe y garantizar que nunca se repita tal profanidad descarada».
La organización declara en su sitio web que trabaja «para defender y promover la vida, la familia y la libertad».
El incidente ha provocado reacciones encontradas, pues mientras algunos apoyan el reclamo de CitizenGo sobre lo que consideran una burla a los símbolos cristianos, otros argumentan que se trató de una protesta excesiva que atenta contra la libertad artística.
El gobierno francés aún no se ha pronunciado al respecto, pero el caso seguramente tendrá repercusiones legales en los próximos días. Mientras tanto, la polémica ceremonia de apertura sigue generando debate sobre los límites de la expresión creativa y el respeto a la diversidad de credos.
Fuente: Bus protesting Christian persecution during Olympic opening ceremony seized in France