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Organización pro-vida de Illinois critica el rol del Arzobispo de Chicago en la Convención Nacional Demócrata donde se realizaron abortos gratuitos
La organización Derecho a la Vida de Illinois expresó su extrema decepción tras la ofrenda de la invocación por parte del Cardenal de Chicago, Monseñor Blase Cupich, en la Convención Nacional Demócrata (DNC por sus siglas en inglés) el 19 de agosto, mientras se proporcionaban abortos gratuitos como parte del evento.
El Cardenal Cupich, quien anteriormente se había dirigido a la Marcha por la Vida de Chicago en 2019, ofreció la invocación en la DNC, mientras Planned Parenthood había estacionado una clínica móvil de «salud» justo afuera del evento, proporcionando abortos sin costo alguno.
De acuerdo con un comunicado de prensa por correo electrónico de Derecho a la Vida de Illinois, el personal de Planned Parenthood informó de 10 abortos ya cometidos al final del primer día de la DNC.
La Presidenta de Derecho a la Vida de Illinois, Mary Kate Zander, afirmó en el comunicado de prensa que la fórmula Harris-Walz es la más agresivamente pro-aborto en la historia de Estados Unidos, y resaltó la creciente hostilidad del Partido Demócrata en Illinois hacia el mensaje pro-vida.
Según Zander, el Cardenal rechazó una obvia oportunidad para «condenar sus viles y asesinas políticas», y agregó que el Cardenal había traicionado efectivamente «a la vibrante comunidad pro-vida con la que alguna vez se alineó en nuestro estado».
«Es increíblemente desalentador ver a un líder eclesiástico local que alguna vez se alineó con nuestra causa participar en un evento tan profundamente anti-vida y anti-familia como la DNC», afirmó Zander.
La invocación del Cardenal enfatizó la importancia de la unidad y pidió el rechazo de «la ceguera moral y el miedo al otro», en aras de librar a la nación de «injusticias en curso», pero no mencionó el aborto o la estación cercana de Planned Parenthood.
El comunicado de prensa de la organización pro-vida de Illinois pone de relieve la creciente tensión entre algunos líderes católicos en Estados Unidos que buscan un entendimiento común sobre cuestiones sociales complejas, y aquellos que consideran el aborto como un tema no negociable que requiere una postura intransigente. Claramente, para muchos defensores provida, la mera presencia del Cardenal en la DNC se percibió como una validación tácita de la agenda pro-aborto del partido.
Sin embargo, algunos han preferido ver los hechos e interpretarlos como «un amable «saludo religioso»», mientras otros afirman que «el llamado del Cardenal a la unidad y la justicia «indica su deseo de tender puentes más que levantar muros»».
[N. de R.: El problema hoy es que se han tendido demasiados puentes, que muy pocos cruzan hacia la Verdad y la Justicia, mientras así queda abierto el paso a la ambivalencia, a la ambigüedad, a los eufemismos, al error, al pecado y a la condenación. Se cumple así la sentencia: «ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella». Mateo 7, 13].
¿Realmente habrá disposición para un diálogo franco? Creemos que se necesitará mucho más que invocar un «diálogo continuo, empatía y buena voluntad de ambos lados para encontrar un camino a seguir que honre tanto la santidad de la vida humana como la dignidad de todas las personas». Amanecerá y veremos.
