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Arzobispos católicos de África están llamando la atención sobre el reclutamiento de jóvenes africanos para participar en pornografía homosexual a cambio de dinero, en medio de una extendida campaña de adoctrinamiento LGBT impulsada por ONGs occidentales en el continente.
“Nos están enviando misioneros del mal”, lamentó el arzobispo Renatus Leonard Nkwande de Mwanza, Tanzania, en entrevista con el National Catholic Register. “Es como los misioneros que fueron a evangelizar, pero ahora nos envían misioneros del mal”, añadió.
Los esfuerzos por promover la ideología LGBT son tan penetrantes que arzobispos de países como Kenia, Camerún, Ghana y Tanzania están dando testimonio de problemas similares, que incluyen adoctrinamiento homosexual en las aulas y fiestas sexuales gay.
El arzobispo Charles Palmer-Buckle de Cape Coast, Ghana, describió cómo turistas extranjeros seducen a jóvenes con dinero para involucrarlos en actividades homosexuales. “Ellos mismos ya están distorsionados. Y están distorsionando a estos jóvenes. Es como el diablo tratando de ganar más discípulos”, criticó.
El prelado hizo alusión al creciente fenómeno en África donde los chicos son pagados con sumas pequeñas para estándares occidentales pero astronómicas para los africanos, para participar en películas pornográficas homosexuales. Luego se les envía a reclutar a otros, por lo que reciben aún más dinero.
Según el testimonio de los arzobispos africanos, trabajadores de ONGs extranjeras también han promovido con frecuencia la ideología LGBT en las aulas y otros espacios, a pesar de las prohibiciones en sus estatutos sobre ese tipo de activismos.
Cuando se les ha confrontado sobre ese adoctrinamiento, los jefes de las ONGs «han eludido» su responsabilidad, indicó el arzobispo Palmer-Buckle. «Como educador, no es tu derecho exponer al niño a aquello que es dañino para ellos a largo plazo, como si estuvieras proselitando», enfatizó.
Los encuentros de Kenia con activistas por la homosexualidad hacen eco de los de Ghana: personal de ONGs promueve la ideología LGBT en las escuelas y paga a jóvenes para que tengan relaciones homosexuales, de acuerdo al testimonio del clero africano.
En Tanzania, las propuestas para participar en pornografía gay se han vuelto tan comunes que la Arquidiócesis de Mwanza puso en marcha un grupo de trabajo para enseñar a los jóvenes cómo lidiar con las invitaciones para participar en actividades sexuales inmorales.
“Hemos decidido hacerlo porque hemos visto a varias personas que vienen, reúnen a jóvenes y los entretienen”, dijo el arzobispo Nkwande. “Al final, terminan así”, lamentó.
Su experiencia también ha sugerido que la administración Biden ha estado involucrada en la promoción de la homosexualidad en su país. Relató cómo ONGs occidentales han distribuido lubricantes utilizados en el sexo gay en su arquidiócesis, un esfuerzo que asegura fue detenido durante el gobierno de Trump pero que ha crecido durante el mandato de Biden.
Esto es consistente con la declaración del portavoz del Departamento de Estado de EEUU, John Kirby, el año pasado, cuando afirmó que los denominados “derechos LGTBIQ+” son una “parte fundamental” de la política exterior estadounidense. También concuerda con el informe de que EEUU ha gastado más de $4.1 mil millones en iniciativas para promover la agenda LGBT alrededor del mundo.
El gobierno de Uganda ordenó una investigación sobre colegios administrados por ONGs en 2023 debido a los “crecientes casos de homosexualidad y lesbianismo en las escuelas que se han convertido en centros de reclutamiento”.
En Dar es Salaam, capital de Tanzania, activistas asociados con un proyecto sudafricano financiado por la Fundación Ford y otras organizaciones occidentales fueron arrestados y deportados por «promover la homosexualidad».
Los extendidos reportes indican que este adoctrinamiento homosexual es parte de un gran plan coordinado, de acuerdo a los arzobispos africanos. “No hablamos de ello abiertamente, pero es intencional”, dijo el arzobispo Nkwande al National Catholic Register.
Occidente no sólo está corrompiendo a los africanos a través de esfuerzos sobre el terreno, sino también a través de la influencia virtual de las redes sociales. “Cuando vinieron los misioneros, vinieron con la Buena Nueva. Ahora, la cultura que llega a través de las redes sociales no es una buena noticia. Es una mala noticia”, criticó el arzobispo Muhatia, presidente de la Conferencia Episcopal de Kenia.
Esto es especialmente cierto en lugares como Kenia, donde más del 60% de los habitantes tienen un smartphone, mucho más que en otras partes del África subsahariana.
En Obala, Camerún, el obispo Sosthène Léopold Bayemi Matjei dijo que el contenido en línea procedente de Francia, ex colonizador europeo del país africano, no sólo está moldeando el habla y la vestimenta de los jóvenes, sino que los está inspirando a organizar grupos sexuales. “Son cosas que nadie nunca habría imaginado. Pero ahora vemos que están llegando”, lamentó.
Los líderes de la Iglesia Africana se oponen ferozmente a este impulso por la homosexualidad, no porque se oponga a la “cultura” africana, como se afirma con frecuencia, sino porque lo consideran un azote moral que arrastra almas al infierno.
“Es un completo malentendido de la postura de los obispos africanos”, dijo el arzobispo Andrew Nkea Fuanya, de la arquidiócesis de Bamenda en Camerún. “Estamos manteniendo la tradición de nuestra Iglesia: una, santa, católica y apostólica. Y cualquier objeción que planteemos es para defender nuestra fe tal como la recibimos de nuestros antepasados. No tiene nada que ver con ‘defender la cultura de África’. Los obispos africanos no defendemos la cultura africana. Defendemos la fe católica”, enfatizó.
