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María Sellés, concebida mediante inseminación artificial con donante anónimo, ha emprendido una cruzada personal y colectiva para modificar la legislación española sobre donación de gametos, exponiendo el dolor y las consecuencias emocionales que experimentan los hijos nacidos bajo estas circunstancias.
«Mucha gente no entiende que no tengo padre«, declaró Sellés al diario catalán Ara.
«Me preguntan si ha fallecido o nos ha abandonado. Cuando descubren que soy hija de madre soltera y que hay un donante anónimo, cuestionan por qué quiero conocerlo; piensan que le estoy jugando una mala pasada a mi madre».
Aunque Sellés creció sabiendo sobre su origen, evitó hablar del tema por temor a herir o decepcionar a su madre. «Cuando me di cuenta de que no podía saber quién era mi padre, dejé de preguntar», confesó. Sin embargo, esto no impidió que fantaseara sobre su identidad y posibles formas de encontrarlo. «No sé por qué, para mí estaba en Madrid», compartió sobre la información de su padre biológico. «Teníamos la fantasía de escaparnos y colarnos allí para averiguarlo».
La publicación de una carta emotiva dirigida a su madre en un periódico local propició un encuentro significativo con Miquel Roura, otro hijo de donante, con quien fundó la Asociación de Hijas e Hijos de Donantes. «Fue como encontrar un hermano. Por fin alguien como yo, que está pasando por lo mismo», expresó Sellés, quien además reflexionó sobre la industria de la reproducción asistida:
«Creo que existe una percepción de que la reproducción asistida está vinculada al progreso y la igualdad, porque se vende como el único modelo posible para formar una familia para mujeres solteras y parejas lesbianas».
La problemática trasciende fronteras. En Francia, por ejemplo, se están tomando medidas para eliminar el anonimato de los donantes, una iniciativa aplaudida por los defensores de los derechos de los hijos concebidos mediante estas técnicas. Como expresó un adulto concebido por donación a France24:
«Representa una constante interrogante en mi mente, presente desde mi concepción. Sé que el donante de esperma es parte de mí, pero desconozco qué me transmitió».
Un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard reveló que más del 60% de los adultos concebidos mediante donación consideran que las prácticas actuales de la industria de la fertilidad son poco éticas e inmorales. Los afectados no solo enfrentan la imposibilidad de conocer a uno de sus progenitores, sino también la falta de acceso a sus historiales médicos, ascendencia y patrimonio cultural.
La situación se torna más compleja al considerar que estas personas, además de su drama personal, podrían tener cientos, si no miles, de hermanos biológicos desconocidos. Como expresó un hijo de donante en el libro de Anonymous Us:
«Soy un ser humano, sin embargo, fui concebido con una técnica que tuvo sus orígenes en la cría de animales. Lo peor de todo es que los granjeros mantuvieron mejores registros de la genealogía de su ganado que las clínicas de reproducción asistida… ¿cómo pudieron los médicos, juramentados a ‘primero no hacer daño’, crear un sistema donde ahora enfrento el dolor y la pérdida de mi propia identidad y herencia?».
Fuente: Donor-conceived woman seeks end to anonymous sperm and egg donation in Spainhttps://cersantander.com/wp-content/uploads/2023/07/esperma-nadando-ovulo-trompa-falopio-representacion-ilustraciones-3d-min-1024×683.jpg
Muy bien