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El papa Francisco instituye a 23 mujeres como lectoras, descrito como un «cambio tectónico» en la tradición católica
Siguiendo sus cambios al Código de Derecho Canónico en 2021, el papa Francisco ha instituido ahora a hombres y mujeres como lectores en cuatro ocasiones, citando el «sacerdocio común» al hacerlo. Los expertos litúrgicos han advertido que tales acciones contradicen siglos de Tradición Católica.
Durante la misa en la Basílica de San Pedro el 26 de enero, el papa Francisco instituyó formalmente a 23 mujeres y 17 hombres como lectores, entregándoles una copia de la Biblia e instruyéndolos para proclamar la fe a jóvenes y ancianos.
Los 40 hombres y mujeres provenían de Europa, Sudamérica y Filipinas, y es con mucho el grupo más grande en recibir el ministerio en los cuatro años que Francisco ha realizado la ceremonia.
Antes del Concilio Vaticano II, la Iglesia Católica formaba a los seminaristas para el sacerdocio mediante la serie de órdenes menores y mayores. Sin embargo, en su motu proprio «Ministeria quaedam» de 1972, el papa Pablo VI redujo las «órdenes menores» de tonsura, portero, lector, exorcista y acólito, así como la orden mayor de subdiácono, destacando en su lugar el «sacerdocio universal de los creyentes». Pablo VI también cambió las órdenes menores de «ordenaciones» a «instituciones».
Las órdenes menores de lector y acólito todavía se practican en los seminarios que ofrecen la liturgia postconciliar, pero se refieren como «ministerios» en lugar de órdenes menores, debido a Ministeria quaedam.
Desde el texto de Pablo VI, las acciones litúrgicas tradicionalmente realizadas por los seminaristas que tenían las respectivas «órdenes menores» han sido realizadas por laicos y laicas en la liturgia del Novus Ordo.
Mediante su texto de 2021 Spiritus Domini, Francisco codificó lo que se había convertido en una práctica generalizada al tiempo que elevaba lo que se había convertido en la práctica generalizada de las mujeres en la liturgia del Novus Ordo a un ministerio formal.
Sin embargo, los expertos litúrgicos se han opuesto al movimiento de Francisco. Uno de ellos es el Dr. Peter Kwasniewski, erudito tomista y litúrgico, quien ha advertido durante mucho tiempo contra la apertura de las órdenes de la Iglesia a las mujeres y los laicos por parte de Francisco.
Escribiendo una respuesta en forma de libro a la pregunta de las mujeres como ministras – Ministros de Cristo: Recuperando los papeles del clero y los laicos en una era de confusión – Kwasniewski defendió la enseñanza católica tradicional de reservar los ministerios litúrgicos solo a los hombres.
Spiritus Domini, escribió, fue «un cambio tectónico tanto en teología como en praxis», antes de agregar: «El motu proprio Spiritus Domini, por lo tanto, comete un doble error categórico al confundir la dignidad de los bautizados con la dignidad del ministerio litúrgico activo».
Se unió a Kwasniewski el obispo Athanasius Schneider, de Astana, quien ha escrito extensamente sobre la historia e importancia litúrgica de los roles exclusivamente masculinos en el altar.
Comentando sobre el papel de las mujeres en la liturgia, Schneider escribió: «El servicio litúrgico de las mujeres en la liturgia eucarística, como lectora y como acólita y sirviente en el altar, fue excluido por completo en el razonamiento teológico de toda la tradición del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, así como de la tradición bimilenaria oriental y occidental de la Iglesia».
En su lugar, postuló el «sacerdocio común» – el aspecto citado por los últimos papas para expandir los roles litúrgicos a los laicos – como el ejercido por los fieles rezando desde la nave de la iglesia: «el sacerdocio común, por otro lado, está representado por aquellas personas que, durante la liturgia, se reúnen en la nave de la iglesia, representando a María, la ‘sierva del Señor’, que recibe la Palabra y la hace fructificar en el mundo».
Fuente:Pope Francis institutes 23 women as Lectors, described as ‘tectonic shift’ in Catholic Tradition
