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La lucha contra el «odio en línea» ha entrado en una nueva fase en Francia con el anuncio de la creación de una «coalición de asociaciones» diseñada para rastrear contenido sospechoso en internet. Estas organizaciones, conocidas por su activismo de izquierda y extrema izquierda, verán incrementadas considerablemente sus subvenciones estatales, lo que podría amplificar su influencia en el panorama digital francés.
La ministra Aurore Bergé, responsable de «igualdad de género», realizó el anuncio el miércoles 9 de julio, designando a doce asociaciones existentes para reportar a Arcom –la autoridad reguladora independiente de medios– cualquier contenido en línea considerado sospechoso por motivos de «racismo, antisemitismo, homofobia, misoginia y odio anti-musulmán». Llamativamente, la definición de su misión no contempla el odio anticristiano ni el racismo contra personas blancas.
El nuevo sistema establece un canal directo entre estas organizaciones y Arcom, permitiendo que sus denuncias reciban tratamiento «prioritario» y que el contenido señalado pueda ser eliminado «mucho más rápidamente». Entre las asociaciones seleccionadas figuran nombres reconocidos por su activismo político de izquierda: Planned Parenthood, SOS Homofobia, SOS Racismo y la Federación de Centros LGBTI+, entre otras.
La medida ha generado preocupación en diversos sectores de la sociedad francesa, especialmente porque estas asociaciones, que ya reciben generoso financiamiento público, verán sus subsidios sustancialmente incrementados. Como explicó la ministra Bergé: «Ya reciben apoyo financiero, pero recibirán aún más para poder contratar personal dedicado específicamente a la lucha contra el odio en línea».
La ministra presentó esta iniciativa como «una cuestión democrática fundamental y un asunto de salud pública para nuestros niños y adolescentes». Sin embargo, mientras la lucha contra la pornografía en línea –que la propia Bergé ha defendido enérgicamente en las últimas semanas– presenta claras implicaciones para la salud pública de los jóvenes, resulta menos evidente cómo el «odio en línea» constituye una amenaza similar.
Esta iniciativa se alinea con las políticas de la Unión Europea, que también ha convertido la censura de contenido en línea en una de sus prioridades clave. El movimiento representa una expansión significativa del poder de vigilancia digital en manos de organizaciones ideológicamente alineadas, lo que podría tener importantes implicaciones para la libertad de expresión en el espacio digital francés.
La medida ha suscitado debates sobre los límites entre la protección contra el llamado ‘discurso de odio’ y la censura ideológica. Otorgar poderes de vigilancia y censura a organizaciones con clara orientación política podría resultar en un sistema de control sesgado del discurso público en línea.
El nuevo sistema de vigilancia digital francés plantea interrogantes sobre el equilibrio entre la protección de grupos vulnerables y la preservación de la libertad de expresión. La concentración de poder en manos de organizaciones activistas, respaldadas por financiamiento estatal sustancial, podría establecer un precedente significativo para el control del discurso en línea en otras democracias occidentales.
Fuente: France Funds Far-Left Groups To Police Online Speech