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En un gesto de profunda devoción eucarística, aproximadamente el 95% de los fieles católicos se arrodillaron para recibir la Sagrada Comunión durante una misa de Confirmación celebrada esta semana en la Diócesis de Charlotte, Carolina del Norte, incluso cuando la distribución fue realizada por el Obispo Michael Martin, OFM, quien anteriormente había manifestado su intención de prohibir los comulgatorios y reclinatorios.
La Comunidad de Misa en Latín de Charlotte (CLMC) documentó el acontecimiento a través de un video compartido en su cuenta de Facebook, donde se observa a los fieles, incluidos numerosos niños, arrodillándose sucesivamente para recibir la Eucaristía, aun sin contar con la ayuda de comulgatorios o reclinatorios. “Puedo confirmarlo, yo estuve allí. Y comenzó con todos los confirmandos. ¡Fue un momento de orgullo ver a todos esos jóvenes arrodillarse!”, comentó Priscilla Lissette Benson, una de las asistentes.
Este acontecimiento cobra especial relevancia considerando que a finales de mayo se filtró un borrador de una carta del Obispo Martin donde detallaba planes para restringir prácticas tradicionales en la liturgia. En dicho documento, publicado originalmente en el blog Rorate Caeli, el obispo declaraba: «Instruir a los fieles que arrodillarse es más reverente que estar de pie es simplemente absurdo». El documento especificaba además que «en nuevas construcciones y renovaciones de espacios sagrados, no se permiten los comulgatorios», y que «los comulgatorios móviles deben ser removidos, y los comulgatorios fijos permanentes no deben seguir utilizándose».
Aunque el director de comunicaciones de la diócesis posteriormente aclaró que el documento filtrado «era un borrador inicial que ha experimentado cambios considerables durante varios meses» y permanece «en discusión», fuentes citadas por The Pillar indican que el Obispo Martin mantiene su intención de prohibir el uso de comulgatorios, una práctica que ya implementa en las iglesias que visita durante sus recorridos por la diócesis.
La tradición de la Iglesia Católica, ininterrumpida hasta después del Concilio Vaticano II, establece que los fieles laicos reciban el Santísimo Sacramento de rodillas y en la lengua, administrado por un sacerdote cuyas manos han sido consagradas específicamente para el manejo de la sagrada Eucaristía.
Esta postura tradicional ha sido defendida por importantes figuras de la Iglesia. En 2018, el entonces prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Cardenal Robert Sarah, criticó la recepción de la Sagrada Comunión en la mano y de pie, calificándola como parte de un «ataque diabólico» contra la fe en la Eucaristía. Por su parte, el Cardenal Francis Arinze, quien ocupó el mismo cargo durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, ha enfatizado la importancia de recibir el Santísimo Sacramento de rodillas como muestra de la debida reverencia al recibir al Señor.
El acontecimiento en Charlotte no representa un desafío al obispo, sino un testimonio significativo de cómo los fieles católicos continúan manifestando su devoción eucarística a través de gestos tradicionales de reverencia, incluso en medio de debates sobre las formas apropiadas de recibir la Sagrada Comunión en la Iglesia contemporánea.
Fuente: Faithful kneel to receive Communion from Charlotte bishop who planned to ban altar rails