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Un ex asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) reveló que la agencia gubernamental ha mantenido ocultos más de 70.000 reportes de reacciones adversas a los bloqueadores de pubertad durante las últimas dos décadas, sin informar al público sobre estos graves efectos secundarios.
El Dr. David Gortler, farmacólogo y ex miembro de la FDA, publicó un extenso análisis en el Instituto Brownstone donde detalla cómo la Junta de Gestión de Riesgo de Medicamentos (DRMB) de la FDA, responsable de monitorear la seguridad de los fármacos disponibles para el público estadounidense, ha fallado sistemáticamente en su deber de transparencia.
Según el informe de Gortler, desde 2005 la Base de Datos de Reportes de Eventos Adversos (AERS) de la FDA ha recibido 70.000 notificaciones de efectos negativos causados por bloqueadores de pubertad. Sin embargo, ninguno de estos casos aparece mencionado en los informes del DRMB ni en el reporte anual de Prioridades de Seguridad de Medicamentos que la FDA publica para el público general.
|| «Las hormonas son versiones sintéticas especialmente potentes de compuestos de señalización producidos por la glándula pituitaria anterior, también conocida como la ‘glándula maestra’«, explicó Gortler. «Por lo tanto, el cuerpo interpreta estas hormonas, ya sean naturales o sintéticas, como comandos particularmente contundentes«.
El experto señaló que mientras las hormonas liberadas naturalmente por la glándula pituitaria aseguran un desarrollo normal, las hormonas sintéticas que no corresponden al sexo biológico interrumpen este desarrollo. «El caos entre la biología saludable y los químicos externos significa que surgirán todo tipo de efectos adversos mientras la fisiología se desconcierta«, advirtió.
Entre los efectos secundarios documentados, pero no difundidos ampliamente por la FDA se encuentran: inflamación cerebral, dolores de cabeza, vómitos, ceguera y masas similares a tumores en el cerebro. Esta información, según Gortler, permanece «enterrada en notificaciones y publicaciones regulatorias donde no puede encontrarse fácilmente», sin que se haya realizado una notificación pública generalizada a farmacéuticos, médicos o al público estadounidense.
El Dr. Gortler contrastó esta falta de transparencia con la amplia publicidad que la FDA dio a los riesgos de usar medicamentos como la hidroxicloroquina y la ivermectina fuera de las indicaciones aprobadas, señalando que «ninguno de estos tiene ni remotamente la amplitud o incidencia de problemas de seguridad comparados con la farmacoterapia transgénero«.
Para ilustrar esta disparidad, Gortler mencionó que la advertencia de la FDA contra el uso de hidroxicloroquina para COVID-19 se basó en solo 331 reportes de eventos adversos en un período de seis meses, una fracción minúscula comparada con los 70.000 casos relacionados con bloqueadores de pubertad. Además, muchos de los eventos adversos de hidroxicloroquina fueron casos de «obvio mal uso con dosificación incorrecta o falta de información crítica sobre el tiempo de administración».
«Claramente, la FDA sabe exactamente cómo informar a los estadounidenses sobre asuntos críticos de seguridad de medicamentos… cuando quiere hacerlo«, concluyó el experto, quien además señaló que, si bien la orden ejecutiva de Trump que prohíbe los tratamientos transgénero en menores es un paso en la dirección correcta, aún se necesita una reforma sustancial de la FDA para garantizar mayor transparencia y una cobertura no politizada de la seguridad de los medicamentos.
Fuente: Former FDA advisor: Biden’s FDA failed to report 70,000 negative reactions to puberty blockers