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Según una encuesta gubernamental, los canadienses no están suscribiendo la narrativa del «cambio climático». Una investigación interna del Consejo Privado muestra que a los canadienses no les preocupa el «cambio climático», a pesar de la constante siembra de miedo por parte del gobernante Partido Liberal y otras entidades de izquierda.
La encuesta, que entrevistó a 13.700 canadienses, descubrió que el cambio climático no está en la vanguardia de las mentes de los canadienses, y muchos señalaron que los modelos de predicción no son precisos y que Canadá podría beneficiarse en realidad del cambio climático.
La encuesta encontró que el 35% de los canadienses sentía que «los impactos del cambio climático en Canadá serán abrumadoramente positivos porque es un país frío». Del mismo modo, casi la mitad de los encuestados creen que «adaptarse a los impactos del cambio climático es más barato que prevenirlo».
Al mismo tiempo, el 24% creía que la mayoría de los modelos climáticos no son precisos en sus predicciones. Según la encuesta, el 27% reveló que «nunca» ha discutido el «cambio climático o sus impactos» con familiares o amigos. El 23% informó que lo discutió «una vez en los últimos dos meses».
En cuanto a la supuesta causa humana del «cambio climático», un estudio revisado por pares de junio de 2017 realizado por dos científicos y un estadístico veterano descubrió que la mayor parte de los datos recientes de calentamiento global han sido «fabricados por científicos climáticos para que parezcan más aterradores».
Mientras tanto, los canadienses occidentales involucrados en petróleo, gas y manufactura son atacados rutinariamente por el gobierno federal. Sin embargo, dos fallos judiciales han asestado un golpe a las leyes ambientales de Trudeau.
La decisión más reciente fue cuando la Corte Federal de Canadá anuló en noviembre pasado la prohibición del gobierno de Trudeau sobre los plásticos de un solo uso, calificándola de «irrazonable e inconstitucional».
El segundo fallo se produjo después de que la Corte Suprema de Canadá fallara a favor de la autonomía provincial en lo que respecta a los recursos naturales. La Corte Suprema dictaminó que la ley C-69 de Trudeau, apodada la ley de «no más oleoductos», es «mayoritariamente inconstitucional».
Sin embargo, el gobierno de Trudeau parece empeñado en desafiar los fallos impulsando sus diversos reglamentos.
Fuente: Canadians are not buying the ‘climate change’ narrative: government poll – LifeSite
