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Un exhaustivo estudio del Pew Research Center, basado en una muestra de 7.100 votantes validados, revela que Donald Trump logró expandir significativamente su base de apoyo entre los votantes religiosos en las elecciones presidenciales de 2024, superando las expectativas incluso entre grupos tradicionalmente demócratas.
El análisis, publicado el 26 de junio de 2025, muestra un incremento notable en el respaldo de las principales denominaciones cristianas. Trump captó el 62% del voto protestante, tres puntos porcentuales más que en 2020, mientras que entre los católicos experimentó un aumento de seis puntos, alcanzando el 55% del apoyo de este grupo religioso.
Particularmente sorprendente fue el avance entre los protestantes de minorías étnicas, especialmente hispanos y asiáticos, donde Trump alcanzó un impresionante 70% de respaldo, comparado con el 55% obtenido en 2020. Incluso entre los protestantes afroamericanos, tradicionalmente leales al Partido Demócrata, Trump duplicó su apoyo del 9% al 15%.
«Trump expandió con éxito su coalición», señala John Green, investigador principal y exdirector del Instituto Bliss de Política Aplicada. «Mantuvo su núcleo de apoyo cristiano blanco y se acercó de forma más eficaz a las comunidades protestantes hispanas y asiáticas».
La vicepresidenta Kamala Harris, candidata demócrata, mantuvo su dominio entre los votantes sin afiliación religiosa, captando el 70% de este segmento. Sin embargo, entre los feligreses que asisten regularmente a servicios religiosos, Trump se impuso por un margen de dos a uno, obteniendo el 64% de estos votantes activos, un incremento respecto al 59% de 2020.
Gabriel Salguero, fundador de la Coalición Nacional Evangélica Latina, ofrece una perspectiva única sobre el apoyo hispano a Trump:
«Los evangélicos latinos no votan basándose en un solo tema. Nos preocupan la familia, la estabilidad económica, los valores religiosos, la ética de vida y el matrimonio bíblico. Trump se involucró directamente: visitó nuestras iglesias, se anunció en nuestras estaciones de radio. Eso importa».
El estudio también confirmó las divisiones demográficas tradicionales: Trump superó a Harris por 14 puntos entre votantes sin título universitario y dominó en zonas rurales por 40 puntos. Los votantes mayores de 65 años respaldaron a Trump con un 54%, mientras que las generaciones más jóvenes mantuvieron su lealtad demócrata.
La ausencia de un candidato católico practicante, como lo fue Joe Biden (nominal, no practicante) en 2020, podría explicar parcialmente el incremento del voto católico hacia Trump. Los votantes católicos parecieron priorizar temas como la política económica, la libertad religiosa y las cuestiones culturales por encima de la identidad religiosa del candidato.
El margen de error de apenas 1.5 puntos porcentuales confiere al estudio una solidez estadística excepcional, convirtiéndolo en uno de los análisis más confiables del comportamiento electoral en 2024. Los resultados sugieren una reconfiguración significativa del panorama político-religioso estadounidense, donde las identidades religiosas demuestran ser más dinámicas de lo que tradicionalmente se pensaba.