Si quieres recibir noticias de actualidad sobre la Cultura de la Vida, te invitamos a seguirnos en nuestro CANAL DE TELEGRAM haciendo clic AQUÍ.
Nuevas revelaciones sobre la Casa Real española han salido a la luz a través del libro «El rey de los silencios» del periodista Javier Bleda, quien detalla episodios controversiales que involucran a la actual reina Letizia y al rey Felipe VI, particularmente relacionados con el período previo a su matrimonio.
Según documenta Bleda en una entrevista con Laura Rodríguez, la actual reina consorte habría abortado superando el plazo legal establecido de tres meses, en un momento crítico cuando ya existían encuentros y rumores sobre su relación con el entonces príncipe Felipe. Este hecho habría sido manejado con extrema discreción por la Casa Real para evitar cualquier impacto en la imagen de la institución.
David Rocasolano, en su biografía no autorizada sobre la reina, revela detalles específicos, como el pago de 240 euros realizado en la clínica Dator de Madrid. «Lo que quiero es que desaparezcan todos los papeles. Todos«, habría manifestado Letizia según las declaraciones de Rocasolano. El rey Juan Carlos I y el entonces príncipe Felipe habrían participado activamente en la eliminación de toda documentación relacionada con el incidente.
La trayectoria de Letizia hasta llegar al trono español estuvo marcada por una clara determinación profesional y personal. Como periodista, desarrolló una estrategia que le permitió acceder a círculos influyentes, donde eventualmente conocería a Felipe VI. Su ambición y capacidad para alcanzar objetivos quedaron demostradas en su ascenso desde presentadora de televisión hasta convertirse en reina consorte.
El libro de Bleda también arroja luz sobre la personalidad del actual monarca, tradicionalmente descrito como excesivamente complaciente en sus relaciones personales. Felipe VI habría mantenido silencio no solo sobre este episodio, sino también sobre otras situaciones comprometedoras relacionadas con su padre, el rey emérito Juan Carlos I, y su propia esposa, priorizando la estabilidad institucional sobre las controversias personales.
La actual relación entre los reyes, según fuentes cercanas a la Casa Real, se mantiene principalmente por razones institucionales, habiendo evolucionado desde aquellos primeros encuentros hasta una convivencia marcada por el protocolo y las obligaciones oficiales. Este distanciamiento personal, sin embargo, no ha afectado el cumplimiento de sus deberes como representantes de la Corona española.
Anteriormente, Letizia había informado a Felipe sobre otros dos abortos, uno en México y otro en Madrid, como parte de su transparencia antes de que su relación se hiciera pública. Esta información fue compartida estratégicamente para permitir a la Casa Real gestionar cualquier posible filtración o especulación mediática.
Es importante señalar que en aquel período, Letizia también mantenía una relación con el periodista David Tejera, lo que añade complejidad al momento histórico en que se produjeron estos acontecimientos. La gestión de esta información y su posterior manejo mediático demuestran la capacidad de la Casa Real para proteger su imagen institucional.
Ante las revelaciones anteriores, que datan de tiempo atrás, caben muchas preguntas, de las cuales nos plantearemos sólo algunas: ¿Las Casas Reales “evolucionan” con el siglo, es decir, según los tiempos? ¿No son en sí mismas una Institución y, por lo tanto, mucho más que un simbolismo en una república democrática? En el caso específico de la Corona Española, por la Historia que representa y el rol que en su momento jugó el Imperio Español en la preservación de los Principios de la Fe y de la cristianización del resto del mundo, ¿no es esta una conducta escandalosa?
Y en el caso concreto del aborto (los abortos), pese a la ‘transparencia’ de la que se habla en la relación entre la entonces periodista y el Príncipe, hoy Reyes de España, ¿no media acaso un criterio moral claro que defina la auténtica “transparencia” de una institución como la monarquía, en lugar de su “imagen”? Si la imagen no se desprende de una reputación consolidada y ratificada con los hechos, hechos dignos, ¿qué está ‘protegiendo’ realmente?