Ha llegado la época de celebración por la venida de Jesús de Nazareth, el salvador del mundo.
Más allá de la oportunidad para que el comercio se beneficie de la universal tradición del intercambio de regalos, es el momento para reflexionar sobre nuestra vida, nuestra familia, nuestra Patria, y para encomendar nuestras intenciones a ese Niño que vino a brindarnos esperanza en medio de tantas tribulaciones.
Ojalá que las limitaciones para la movilidad y para las celebraciones colectivas originadas en la pandemia, las convirtamos en un acicate para compartir con nuestro más íntimo entorno, la pareja, los hijos.
Y a la Patria que nos vio nacer démosle nuestro mejor aguinaldo: Seamos conscientes de la grave amenaza que se cierne sobre Colombia, ante la invasión de la izquierda que se ha apoderado de la educación, de la Justicia, de los medios de comunicación, de las vías públicas, del campo ahora dedicado en gran parte a los cultivos ilícitos y de las mentes de los colombianos sometidas diariamente a un lavado de cerebro orquestado por el nuevo Orden Mundial de corte materialista y ateo.
Envuelto en papel de regalo, démosle a Colombia nuestro mejor aguinaldo: trabajemos por evitar que caiga en las garras del marxismo-leninismo, que ahora se disfraza de progresismo, partidos verdes, humanos, decentes o alternativos, que no dejan de ser la piel de oveja para ocultar el lobo siberiano.
En Alianza Reconstrucción Colombia esperamos contar contigo para dar este aguinaldo a Colombia. Únete ya a esta noble y urgente causa.
