El poder del lobby homosexual para manipular las narrativas del discurso público, así como el supremo acomplejamiento de los defensores de la ética cristiana, quedó en evidencia en las reacciones a la crítica que un padre de familia le hizo a Claudia López por promover la agenda gay.
Aprovechando la presencia de la alcaldesa de Bogotá en medio de un acto pedagógico en la ciclovía, un padre de familia expresó su rechazo a la difusión de una agenda ética e ideológica pro homosexual a través del sistema educativo de la ciudad.
Si se analiza palabra por palabra lo dicho por el padre de familia, así como su postura y actitud, es claro que fue mucho más respetuosa de lo que han sido las de la alcaldesa y su compañera desde sus cargos públicos.
Por su parte, el concejal protestante por Bogotá Emel Rojas, llegó incluso a criminalizar al padre de familia, apoyando que sea procesado por el delito de discriminación:
Grandes lecciones de un episodio aparentemente sin importancia:
Este episodio presenta un interesante estudio de caso sobre cómo la prensa liberal utiliza dobles estándares éticos para manipular a la opinión pública en favor de la agenda gay:
Mientras son comprensivos con los vándalos de izquierda que destruyen el patrimonio público y privado, con los que realizan actos obscenos como bajarse los pantalones en público, o trivializan el lenguaje violento y vulgar como el utilizado por Claudia López contra Uribe o por su pareja Angélica Lozano contra otros senadores, se rasgan las vestiduras cuando un padre de familia le dice a la alcaldesa que haga con su vida lo que quiera pero que no le enseñe a sus hijos ideología de género.
Y esto se consolida con la ayuda delos acomplejados opositores de la izquierda, pues ante los desmanes y las agresiones, la falsa derecha sale en primer lugar a defender la libertad de expresión y el derecho a la protesta, y luego tímidamente hacen una crítica muy matizada.
En cambio, ante un acto audaz y valiente de defensa de la moral cristiana por cuenta de un ciudadano anónimo, los «cristiano-complejines» se unen con entusiasmo al coro de la izquierda que tanto los desprecia, olvidando todo lo que han dicho sobre la libertad de expresión o sobre el derecho a la protesta.
Y el impacto de esta «traición» es enorme pues no sólo desmoraliza a los pocos defensores de la familia que se atreven a hablar en medio de un ambiente de intimidación, sino que fortalece al sector más radical del lobby gay que busca silenciar a los cristianos e imponer culturalmente una presunción de culpa por una violencia inexistente sobre quienes disienten de la ideología de género.
Este tipo de cosas difícilmente sucederían con defensores de la vida y la familia aguerridos y dispuestos a dar la batalla cultural, como Alejandro Ordóñez, Bolsonaro, Trump y, en el caso de Bogotá, Marco Fidel Ramírez, lo cual explica por qué la izquierda se empeña tanto en marginarlos de la vida pública.
Pídele al concejal Emel Rojas que se retracte de su condena al padre de familia, y en su lugar se comprometa con la libertad de expresión de los cristianos:
Algunas reacciones con sentido común en Twitter:
https://platform.twitter.com/widgets.jsLa propaganda de la homosexualidad como producto masivo de consumo de nuestros hijos. Atenta contra derechos fundamentales de los niños
— Jairo M.A. (@jamoa73) September 6, 2020
https://platform.twitter.com/widgets.jsEsto es lo que se avecina si dejamos que avancen. A esto se refería el señor. Reclamo justo. Muy Respetable. La sexualidad de los hijos es derecho y deber de los padres. EXIGIMOS RESPETO #noaladeconstruccionhumana pic.twitter.com/elGkknzk2i
— gijapi1 (@gijapi1) September 7, 2020
https://platform.twitter.com/widgets.jsSeñores no sigan tapando ineptitud con solidaridad. Lo que ese señor dijo es similar a : engordese, váyase, enborráchase, tatúese usted si quiere, pero no incite a mis hijos a que lo hagan. Donde esta la emprendida o el insulto? Ala, el pueblo ya no es tan tonto.
— Mario Ruiz Pacheco (@RuizMarconder) September 6, 2020
Pretender ‘conquistar el alma de los niños’, a espaldas de sus padres es un acto criminal! Violenta el derecho de los padres a educar a sus hijos, así como el derecho para practicar la religión cristiana!
Esas iracundas reacciones inocento-fóbicas, son los esbozos de la dictadura ideológica y sanitaria, de la persecución religiosa que nos prepara el marxismo cultural, mentor de esa repugnante, irracional y antinatural ideología de género condenada reiteradamente por las Sagradas Escrituras y también por los Pontífices.
Sugiero que a parte afectada, los padres, que denuncien penalmente a todos los involucrados: la alcaldesa y sus pervertidos defensores. Y tambien que presenten queja ante la Procuraduría para que sancione a los responsables.
Pero por Dios… ni más faltaba! Solo falta que metan preso a los padres por defender a sus hijos del adoctrinamiento sodomita!