Si quieres recibir noticias de actualidad sobre la Cultura de la Vida, te invitamos a seguirnos en nuestro CANAL DE TELEGRAM haciendo clic AQUÍ.
A continuación, reproducimos íntegramente el «Mensaje Presidencial en Semana Santa, 2025» del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a su nombre y en el de la Primera Dama de la Nación, su esposa Melania. El mensaje ha sido publicado en el sitio web oficial de la Casa Blanca.
Es la primera vez en la historia de esta nación, y en el contexto internacional, que un país catalogado como la primera potencia mundial, en cabeza de su Presidente, emite un Mensaje de este contenido, claridad, profundidad y envergadura, en el que no sólo reconoce en plenitud los valores cristianos sino que se suma sin reservas y “en oración” a las celebraciones litúrgicas propias de la Semana Santa, reconociendo su pleno sentido Cristológico y Redentor, y evocando el Santo Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo en el Triduo Pascual que, con su Pasión, Muerte y Resurrección, nos obtiene la Salvación a todos los hombres.
Pero, además, se compromete a GARANTIZAR LA LIBERTAD RELIGIOSA Y DE EXPRESIÓN A LOS CRISTIANOS en todos los ámbitos de la sociedad norteamericana, en particular, en las escuelas, en los centros educativos y en las instituciones públicas, como las fuerzas armadas en general.
Y llama bastante la atención que sea una alta personalidad del orden civil, el Gobernante de la Nación más poderosa de la Tierra, quien lo haga, en un momento en el que la “corrección política” y el unanimismo ideológico proclaman ‘libertad’ y ‘tolerancia’, pero en su lugar sólo brindan intolerancia y persecución, en particular a los cristianos, que son quienes cuestionan y refutan tanto su incoherencia, su sinrazón y las mentiras con las que pretenden corromper las costumbres, a los jóvenes y ahora hasta a los mismos niños, arrebatando a los padres el derecho innegable e intransferible de educarlos, y de hacerlo en la Fe y en la Verdad.
Cuando muchos, si no casi todos los que deberían hablar y pronunciarse, reconociendo y dando público testimonio de la Fe que dicen profesar, callan, este Mensaje recuerda lo anunciado por Nuestro Señor Jesucristo a su entrada triunfal en Jerusalén: «Les digo que si estos se callaran, gritarían las piedras» (Lucas 19, 40). Pues estas, finalmente, parecen estar alzando la voz ante el silencio de quienes debieran hacerlo.
Mensaje Presidencial en Semana Santa, 2025
Esta Semana Santa, Melania y yo nos unimos en oración con los cristianos que celebran la crucifixión y resurrección de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo, el Hijo viviente de Dios que conquistó la muerte, nos liberó del pecado y abrió las puertas del Cielo para toda la humanidad.
Comenzando con la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén el Domingo de Ramos y culminando en el Triduo Pascual, que comienza el Jueves Santo con la Misa de la Cena del Señor, seguida del Viernes Santo, y alcanzando su punto culminante en la Vigilia Pascual en la noche del Sábado Santo. Esta semana es un tiempo de reflexión para que los cristianos conmemoren la crucifixión de Jesús y preparen sus corazones, mentes y almas para su milagrosa resurrección de entre los muertos.
Durante esta semana sagrada, reconocemos que la gloria del Domingo de Pascua no puede venir sin el sacrificio que Jesucristo hizo en la cruz. En sus últimas horas en la Tierra, Cristo soportó voluntariamente el dolor insoportable, la tortura y la ejecución en la cruz por un amor profundo y duradero por toda su creación. A través de Su sufrimiento, tenemos redención. A través de Su muerte, somos perdonados de nuestros pecados. A través de Su resurrección, tenemos esperanza de vida eterna. En la mañana de Pascua, la piedra es removida, la tumba está vacía y la luz prevalece sobre la oscuridad, lo que indica que la muerte no tiene la última palabra.
Esta Semana Santa, mi Administración renueva su promesa de defender la fe cristiana en nuestras escuelas, fuerzas armadas, lugares de trabajo, hospitales y salones de gobierno. Nunca vacilaremos en salvaguardar el derecho a la libertad religiosa, defender la dignidad de la vida y proteger a Dios en nuestra plaza pública.
Al centrarnos en el sacrificio redentor de Cristo, recurrimos a Su amor, humildad y obediencia, incluso en los momentos más difíciles e inciertos de la vida. Esta semana, oramos por un derramamiento del Espíritu Santo sobre nuestra amada Nación. Oramos para que Estados Unidos siga siendo un faro de fe, esperanza y libertad para el mundo entero, y oramos para lograr un futuro que refleje la verdad, la belleza y la bondad del reino eterno de Cristo en el Cielo.
Que Dios lo bendiga a usted y a su familia durante esta época especial del año y que continúe bendiciendo a los Estados Unidos de América.
Fuente: Mensaje Presidencial en Semana Santa, 2025 – La Casa Blanca