Cerca de las 23:00 del sábado, se encontró el cuerpo sin vida de un sacerdote franciscano en el interior de la iglesia San Francisco de Asís, ubicada en pleno centro de la ciudad de Santa Cruz (Bolivia). Wilberth Daza Rodas, de 43 años, recibió fuertes golpes en la cabeza y en el rostro. Le robaron sus pertenencias y se llevaron el dinero de la caja fuerte de la parroquia.
El hallazgo se suscitó después de terminada la Vigilia Pascual en el templo, cuando todos los feligreses se habían retirado del lugar. Al día siguiente, temprano por la mañana, las puertas de la iglesia estaban cerradas y llevaban pegados un aviso necrológico, dos rosones negros y un aviso especial para los feligreses. El texto anunciaba que no iba a haber misa todo el día y que podían acudir a la iglesia más cercana, que es la parroquia San Andrés.
Tanto la iglesia San Francisco como la San Andrés se ubican en una zona peligrosa del centro cruceño, conocida como Los Pozos. En torno al mercado del mismo nombre rondan delincuentes y drogadictos que suelen robar a los transeúntes cada semana.
Se desconoce cuántas personas cometieron el crimen, pero se sabe que entraron hasta la habitación del fraile y se llevaron su celular, laptop y prendas de vestir. No hay cámaras en casi ningún lugar dentro del templo, pero se halló el cuerpo del franciscano tirado cerca del baño. La evidencia indica que primero lo golpearon y luego arrastraron su cuerpo por el suelo y le sustrajeron sus pertenencias.
Esa misma noche, efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), grupos de inteligencia y una fiscal llegaron hasta la iglesia para comenzar la investigación correspondiente. La Policía informó que un objeto punzocortante alcanzó el rostro del sacerdote repetidas veces. El religioso servía a la parroquia desde hace cuatro años y era tesorero de la misma.
También esa noche, se trasladó el cadáver hasta la morgue de un barrio en la zona este de la ciudad para realizarle la autopsia médico forense. El informe de este lunes revela que el fraile murió por politraumatismo craneano severo y que recibió 17 golpes en la cabeza.
Gracias a algunos datos brindados por los familiares de la víctima, la Policía identificó como principal sospechoso a un expostulante a sacerdote. Un joven de 22 años llamado Lucas estaba dentro del templo cuando el crimen ocurrió. Además, había sido expulsado de la congregación hace mucho tiempo por actos de indisciplina.
El cuerpo de fray Wilberth recibió cristiana sepultura a las 10:00 Hrs de este lunes en su tierra natal al sur del país. El padre Eugenio Kantor, párroco de la iglesia San Francisco, presidió la misa de exequias realizada el domingo en la parroquia San Antonio al sur de la ciudad.
La Conferencia Episcopal Boliviana y la Arquidiócesis de Santa Cruz expresaron sus condolencias a la familia del fraile asesinado y pidieron perseverar en la investigación de este crimen. Ambas instituciones de la jerarquía eclesiástica boliviana emitieron sus respectivos comunicados, disponibles aquí y aquí.
Las pistas del crimen
El papá de Wilberth, Hipólito Daza, afirmó que el fraile franciscano visitó a la familia en Macharetí hace un mes. Sus parientes lo vieron un poco triste, pero él era muy reservado, por lo cual no contó si tenía problemas. Don Hipólito cree que su hijo fue amenazado por alguien.
El testimonio de Edil Daza, hermano de Wilberth, dice lo siguiente:
Esto fue planificado, porque sabían dónde guardaban el dinero. Son dos o tres personas que han hecho esto. Uno se quedó dentro de la iglesia, quien subió hasta el segundo piso, donde guardaba el dinero de la parroquia y el otro intentó esconder el cuerpo en el baño. Lo han arrastrado, pero no han podido porque era gordito y no les dio tiempo para esconder el cuerpo. Entonces esto era planificado.
Es un joven que se llama Lucas. Él no tenía ninguna relación con mi hermano, ya que estaba en la congregación como estudiante y luego fue retirado por indisciplina de la congregación de los dominicos, pero siempre venía a la iglesia San Francisco. Sin el permiso de mi hermano entraba y se molestaba. (Wilberth) le decía que ya no puede ir porque ya no pertenece a la congregación, pero no hacía caso, porque continuó viniendo. Incluso yo lo vi una vez que entró como si nada al convento, no sé por dónde entraba o es que tenía llave.
Quién era el fraile
Wilberth Daza Rodas nació el 26 de septiembre de 1979 en Macharetí, municipio ubicado en la zona chaqueña del departamento de Chuquisaca. Según informó Correo del Sur, el fraile tuvo seis hermanos: tres varones y tres mujeres. Siendo niño, se trasladó a Camatindí y terminó la primaria y secundaria en Tarairí, ambos pueblos en el chaco de Tarija.
En un principio, a Wilberth le desagradaba la misa y era tímido, pero con el paso del tiempo eso cambió y no faltaba a ninguna celebración. Su ingreso a un grupo juvenil de la iglesia influyó de manera significativa en su vocación. Un sacerdote lo invitó a perseverar en ella y él procedió a estudiar en Sucre, Cochabamba y La Paz.
Él inició su formación religiosa a los 22 años de edad y realizó sus primeros votos en 2004, en la Orden Franciscana Menor de la Provincia Misionera San Antonio de Bolivia. Realizó su profesión solemne el 14 de marzo de 2009. Ejerció su vocación en San Ignacio, San Javier, Cochabamba, Copacabana y Macharetí. Desde 2018, sirvió en la iglesia San Francisco de Asís en Santa Cruz.
Edil Daza, hermano del fraile, aseguró que Wilberth era humilde, compasivo y caritativo: ayudaba constantemente a los habitantes de su pueblo natal. «Si algún día muero, tengo que morir como franciscano, como Jesús murió en la cruz», le decía Wilberth a su hermano.
