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La aerolínea United Airlines despidió a Rubén Sánchez, un auxiliar de vuelo católico de 52 años, después de que él defendiera las enseñanzas de la Iglesia católica sobre la sexualidad y la agenda LGBT en una conversación privada con un colega.
Según la página de GoFundMe de Sánchez, la compañía lo despidió por afirmar la «infalible enseñanza» de la Iglesia católica sobre la sexualidad en una charla con un compañero de trabajo durante un vuelo del 31 de mayo.
«Sabes, como católicos, realmente no se supone que observemos el Orgullo», dijo Sánchez, según una entrevista con el New York Post. «La Iglesia nunca creerá que los hombres den a luz, que las mujeres tengan penes o que la Iglesia deba bendecir los matrimonios del mismo sexo porque el matrimonio es un sacramento, y no está destinado a dos hombres, dos mujeres o tres personas o lo que sea», continuó.
Las declaraciones de Sánchez se hicieron durante una conversación con un compañero auxiliar de vuelo mientras realizaban un vuelo nocturno de Los Ángeles a Cleveland. Mientras los dos auxiliares hablaban para mantenerse despiertos durante el largo viaje, Sánchez y su colega conversaron sobre el «Mes del Orgullo LGBT», que United Airlines comenzaría a celebrar al día siguiente.
Sin embargo, la conversación fue escuchada por una persona no identificada que se quejó ante la aerolínea a través de X. Según Sánchez, muchas de las acusaciones fueron fabricadas, incluyendo el cargo de que él «estaba expresando ideas transfóbicas, homofóbicas y racistas«.
Como resultado, United Airlines examinó la cuenta de X de Sánchez desde 2010. Sánchez reveló que su supervisor «se tomó la libertad de peinar y elegir selectivamente mis publicaciones fuera de servicio, que todas estaban sujetas a escrutinio según él«.
Muchas de las publicaciones que la aerolínea consideró problemáticas eran memes que Sánchez había compartido de otros usuarios.
«Al mirar esas publicaciones, el supervisor me acusó de no tener dignidad, respeto, profesionalismo y responsabilidad en Twitter cuando estaba fuera de servicio (sin uniforme y sin usar ningún dispositivo emitido por la compañía)«, argumentó Sánchez.
«Los tuits no tenían nada que ver con mi empresa, sus clientes, sus empleados, sus proveedores», continuó. «No había nexo, y no hubo discriminación o acoso a ningún empleado individual que pudiera causar daño o temor en el lugar de trabajo».
Sánchez señaló que su historial de 28 años como auxiliar de vuelo está libre de culpa, y nunca ha sido acusado de tratar a algún cliente, empleado, proveedor o desconocido de manera menos equitativa y justa debido a su raza, etnia, sexo, identidad de género u otras clases protegidas.
«Mis puntos de vista de acuerdo a mi fe, mi afiliación política y mi servicio como miembro de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos no eran propicios para ser empleado de United», declaró.
A pesar de esto, United Airlines despidió a Sánchez de su cargo. Asimismo, su sindicato, la Asociación de Auxiliares de Vuelo (AFA-CWA), se negó a defender a Sánchez en su audiencia. Como resultado, el sindicato canceló su arbitraje y dictaminó que había sido despedido con causa. Ahora, Sánchez busca acciones legales contra United Airlines y su sindicato.
«No estoy interesado en la venganza, las represalias o causar daño económico a United Airlines o AFA», explicó Sánchez. «Estoy haciendo esto para defenderme y defender las enseñanzas de la Iglesia Católica«.
«Soy miembro de las fuerzas armadas de Estados Unidos, defiendo esta nación con mi vida física, no hay forma de que pueda aceptar la idea de que mi fe católica es la razón por la que he perdido mi sustento y reputación por parte de mi empleador«, declaró Sánchez.
LifeSiteNews ha lanzado una petición para boicotear a United Airlines debido a sus políticas progresistas y destructivas. En efecto, en 2020, el director ejecutivo de United, Scott Kirby, anunció que la compañía exigiría las vacunas COVID para sus casi 67,000 empleados con base en Estados Unidos, sin tener en cuenta por completo los derechos de las personas para tomar sus propias decisiones de salud y los posibles peligros asociados con el desarrollo apresurado de la nueva «vacuna».
También en 2020, la compañía «celebró» a un empleado confundido de género llamado «Kayleigh» Scott en promoción de la ideología LGBT. Trágicamente, Scott se suicidó tres años después. Aunque no lo admitan quienes promueven la ideología de género, sigue siendo cierto que la cirugía de «reasignación» a menudo no resuelve la mayor tendencia de las personas con confusión de género a participar en autolesiones y suicidios, y puede incluso exacerbarla, incluyendo al reforzar su confusión y descuidar las causas reales de su angustia mental.
Muchos detransicionadores ignorados dan fe del daño físico y mental de reforzar la confusión de género, así como del sesgo y negligencia del establishment médico sobre el tema, muchos de los cuales toman un enfoque activista hacia su profesión y comienzan los casos con una conclusión predeterminada de que la «transición» es la mejor solución.
