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Un informe publicado este miércoles 18 de junio por el Centro para el Control de la Migración revela datos preocupantes sobre la participación de ciudadanos extranjeros en delitos sexuales en el Reino Unido. Según el estudio, hasta un 34% de las personas condenadas o sancionadas por «agresión sexual a mujeres» durante 2024 eran de origen extranjero.
El documento, elaborado bajo la dirección de investigación de Robert Bates, consolida hallazgos anteriores que ya habían señalado una significativa sobrerrepresentación de ciudadanos extranjeros en este tipo de delitos. En marzo de este año, se había revelado que los extranjeros fueron «condenados por casi una cuarta parte de los delitos sexuales» entre 2021 y 2023, representando el 15% de los delitos sexuales, incluidas violaciones.
Esta estadística cobra especial relevancia cuando se contrasta con los datos demográficos más recientes. El último censo del Reino Unido indica que los ciudadanos extranjeros constituyen apenas el 9.3% de la población total, lo que evidencia una desproporción significativa en su participación en delitos de naturaleza sexual.
La oposición conservadora ha manifestado su preocupación ante estos hallazgos. Cuando se publicaron los datos preliminares en marzo, los tories exigieron que «los datos que revelan el alcance total de las condenas deben ser objeto de acciones concretas». Sin embargo, hasta el momento, estas peticiones no han generado respuestas significativas por parte del gobierno.
El Centro para el Control de la Migración, a través de su cuenta oficial en X, planteó una pregunta directa a la clase política: «¿Cuándo admitirán los políticos que la migración masiva ha hecho que Gran Bretaña sea insegura para mujeres y niñas? Es hora de que los datos se publiquen de manera completa y transparente».
Los hallazgos del informe han generado un intenso debate sobre las políticas migratorias y de seguridad pública en el Reino Unido.
La publicación de este informe se produce en un momento de creciente tensión en el debate público sobre la migración en el Reino Unido, especialmente después del Brexit. Los datos presentados probablemente influirán en futuras discusiones sobre políticas migratorias y medidas de seguridad pública.
