La alcaldesa de Santa Marta y el gobernador del Magdalena anunciaron su interés de contratar agentes comunistas cubanos, para que administren programas de cultura, educación, salud y deporte.
Luego de la contundente victoria de los partidos que hacen parte de la organización comunista internacional conocida como ‘Foro de Sao Paulo’ el pasado 27 de octubre, era de esperarse que el Socialismo del Siglo XXI entrara con más fuerza al país.
Y así lo demostraron, la alcaldesa de Santa Marta, Virna Johnson, y el gobernador del departamento de Magdalena, Carlos Caicedo, quienes se reunieron con el embajador de Cuba en Colombia, José Luis Ponce, para oficializar un nuevo convenio entre ese país socialista y la capital del Magdalena.
Según la alcaldesa Johnson el tema radica en cooperación del gobierno castrista con Santa Marta, en temas de salud, deporte y educación. Sobre el tema anotó: “Vamos a avanzar primero en un convenio macro y luego en convenios específicos en cada uno de estos aspectos”.
La oscura y cruel realidad de los médicos cubanos en América Latina
Las experiencias de la cooperación cubana en Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Brasil demuestran como este tipo de convenios no sólo sirven para financiar al régimen tiránico de Cuba, principal aliado internacional del terrorismo comunista en Colombia, sino que los «agentes de cooperación» son utilizados para hacer proselitismo político según los intereses de ese gobierno extranjero.
El portal de noticias Infobae entrevistó hace unos años a varios desertores de las misiones de médicos cubanos, quienes contaron las condiciones con las que el régimen de la isla los somete a esos programas.
Fidel Castro describió a los médicos como el «ejército de batas blancas» de Cuba.
BBC.com
Los médicos son obligados a vincularse a esos programas debido a la situación de miseria en la que viven en Cuba, en donde un par de zapatos cuesta el equivalente a un mes completo de salario.
En Venezuela vivían en condiciones de hacinamiento, podían tener que trabajar entre 70 y 90 horas a la semana, sin vacaciones anuales y el pago lo recibió directamente el gobierno cubano que retenía el 70% del salario.
La diferencia se consiguen en una cuenta en Cuba en donde puede retirarlo un familiar.
Por otro lado, funcionarios cubanos controlaban y supervisaban incluso la vida íntima de los cooperantes, controlando con qué personas venezolanas con las que ellos podían relacionarse.
«Una de las cosas que más me decepcionaron de la misión es que me obligaban a hacer política. Tenía que decirles a mis pacientes que gracias a Hugo Chávez, a Nicolás Maduro y a Raúl Castro ellos estaban recibiendo salud gratuita, cosa que era mentira, porque se lo cobraban al pueblo venezolano. Cuando fueron las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015, nos forzaron a conseguir 10 pacientes que nos dijeran verbalmente que iban a votar por el gobierno. Luego nos pusieron a vigilar los centros de votación, y debíamos preguntarle a la gente a quién había votado. Nos dieron un teléfono para ir reportando lo que pasaba. Era una manipulación total».
– Miguel Guerrero Fernández graduado de la Universidad de Ciencias Médicas de Holguín, desertor del programa en Carabobo, Venezuela. Hoy vive con su familia en EE.UU.
Otros médicos contaron a The New York Times, que en época electoral debían dejar sus trabajos para ir casa por casa consiguiendo votos para Maduro:
Los médicos cubanos comentaron que se les ordenó ir puerta por puerta en barrios pobres para ofrecer medicinas y advertir a los residentes que se les cortaría el acceso a los servicios médicos si no votaban por Maduro o por sus candidatos…Una exsupervisora cubana indicó que ella y otros trabajadores médicos extranjeros recibieron carnets de votación falsos para participar en una elección. Otra doctora dijo que les ordenaron dar instrucciones precisas sobre el voto a pacientes de edad avanzada cuyas enfermedades los hacían susceptibles a la manipulación.
The New York Times
De acuerdo con información del diario El País de España, los acuerdos de cooperación de este tipo le generan unos 9.000 millones de dólares a la isla, la cual es desde hace décadas la principal autoridad y refugio para el terrorismo comunista de América Latina.
Contundente rechazo en redes sociales lleva a mandatarios a recular
Esta declaración le acarreó a la alcaldesa Johnson un torrente de críticas en redes sociales, convirtiendo en de Twitter el hashtag #FueraCubaDeColombia.
«Es increíble que gobernador del Magdalena y alcaldesa de Santa Marta piensen hacer acuerdos de Educación con la dictadura cubana. ¿Qué enseñarán? ¿Encarcelar críticos? ¿Matar opositores? ¿Empobrecer países?«, escribió la periodista española Salud Hernández, quien desde hace años reside en territorio colombiano.
«¿Esto es en serio? ¿El Gobierno cubano va a capacitar a los docentes de Santa Marta? ¿En que? ¿Doctrina comunista? #HágameElFavor», se preguntó también la excandidata por el Centro Democrático, Ana María Abello.
Fue tal la presión que Johnson tuvo que salir a retractarse de lo que había dicho en compañía del socialista Carlos Caicedo y del comunista Ponce.
Sobre el particular la alcaldesa dijo:
“Lo que informé fue que me reuní con el embajador José Luis Ponce Caraballo, para explorar posibilidades en materia de cooperación técnica, específicamente en deporte y salud”.
No obstante, luego dijo que está pidiendo consentimiento a la Cancillería de Colombia, actualmente en cabeza de Claudia Bloom, para que el convenio se lleve a cabo. Esto explicó sobre el particular:
“Hoy estamos enviando una carta a la Cancillería, en la que informamos los aspectos tratados con el Embajador de Cuba”.
A pesar de que Johnson ahora quiera matizar el tema, lo cierto es que el Socialismo del Siglo XXI, se incrusta cada vez más en Colombia, ante la mirada de los ingenuos y los escépticos, y varios hechos lo vienen demostrando desde hace varios años pero que últimamente viene creciendo exponencialmente.
No hay que olvidar hechos recientes como la victoria de varios candidatos del Foro de Sao Paulo en las elecciones del 27 de octubre de 2019 empezando por los alcaldes de Bogotá, Medellín y Cali, el paro del 21 de noviembre, que estuvo enmarcado por violencia y manipulado por países como Cuba y Rusia y ahora esta perla de Caicedo y Johnson.
