En Colombia hace poco salió una sentencia de la Corte Constitucional donde se abre la aplicación de la mal llamada “muerte digna”, sin ser paciente terminal.
Uno de los tantos argumentos que se da para esta, es evitar supuestamente el dolor físico que este pueda sufrir eliminando completamente su vida, olvidándose así de que existe una alternativa más digna, como los cuidados paliativos.
El caso de Martín Pistorius encajaría en el perfil de los nuevos candidatos a la eutanasia, según la última decisión de la Corte Constitucional.
El hombre que se despertó de un coma de 12 años, “era consciente de todo” lo que pasaba a su alrededor.
A sus 12 años Martin Pistorius enfermó de gravedad. Después de dos años con su enfermedad, pasó la mayor parte del tiempo durmiendo y hasta perdió la capacidad de moverse.
Pero esto no acabó ahí, fue empeorando progresivamente perdiendo su habilidad para hacer contacto visual y finalmente su habilidad para hablar. Quedó en coma.
La familia finalmente recibió un diagnóstico de meningitis criptocócica.
En una entrevista para National Public Radio (NPR), sus padres dijeron que los médicos enviaron a Martin a casa con instrucciones de simplemente mantenerlo cómodo.
Ya se habían dado cuenta del hecho de que Martin simplemente “ya no estaba allí”, y a los padres se les dijo que no tenía inteligencia. Los médicos aseguraron que no viviría mucho.
Pero Martín no murió
Con el paso del tiempo, su padre Rodney le creó una rutina: se levantaba a las 5 en punto, vestía a Martin y lo llevaba a un centro de cuidados especiales. Ocho horas después, lo recogía, lo llevaba a casa, lo bañaba, lo alimentaba y lo acostaba. Una alarma sonaba cada dos horas durante la noche para que sus padres pudieran mover a Martin a fin de prevenir las úlceras de decúbito.
Todo se prolongó durante 12 años, nadie pensaba que Martin podía entender algo de lo que estaba sucediendo a su alrededor.
Con la mentalidad eutanásica que pretende imponer la Corte Constitucional, ¿cuál sería el destino más lógico para Martin, si ya no estaba consciente de lo que sucedía? ¿No sería “lo mejor” evitarle el sufrimiento a él y a su familia, dándole una “muerte digna?”
Sorpresa: Martin era consciente de TODO
Martin dice que dos años después de entrar en el estado “vegetativo”, comenzó a despertar. Narra que estaba completamente consciente, pero que no podía moverse. En su libro, Ghost Boy: My Escape From A Life Locked Inside My Own Body , Martin escribe sobre cómo era la vida durante esos años.
“La cruda realidad me golpeó de que iba a pasar el resto de mi vida así, totalmente solo”, agregó
Martin se sintió condenado. Condenado a una vida sin ternura y sin amor y sin salida, Martin decidió desconectar sus pensamientos. Soportó la rutina diaria, escuchando a su madre desearle morir, siendo descuidado y abusado por el personal de enfermería y viendo horas y horas de Barney en el centro de cuidados especiales.
Cuanto más tiempo pasaba, más quería Martin recuperar su vida. Comenzó a permitirse pensar de nuevo, y mientras su mente y corazón sanaban, su cuerpo también lo hacía.
Recuperación de Martin
Martin le dijo a NPR que comenzó a vivir en su imaginación y, con el tiempo, comenzó a tomar el control de su cuerpo. Comenzó con la capacidad de apretar la mano de alguien. Pudo sentarse mejor. En este punto, los médicos le dijeron a sus padres que era tan inteligente como un bebé de 3 meses.
Afortunadamente, una de las enfermeras pudo convencer a sus padres para que buscaran una segunda opinión. Se le hizo una prueba en la que tenía que identificar diferentes objetos y pasó la prueba.
Su madre dejó su trabajo y comenzó a trabajar con Martin todos los días. Finalmente pudo comunicarse con un interruptor similar a un joystick para una computadora.
A partir de ahí, su vida siguió mejorando, desde conseguir un trabajo hasta iniciar una empresa y asistir a la universidad. Hoy, Martin está felizmente casado.
La eutanasia no es NUNCA una SOLUCIÓN
La historia de Martin es asombrosa, nos conduce a formularnos una pregunta: ¿Cuántas personas viven ahora, como lo hizo Martin durante 12 años? En un caso similar, Terri Schiavo durante años mostró más receptividad que Martin, sin embargo los abanderados de la Cultura de la Muerte decidieron que lo más justo y civilizado era dejarla morir lentamente de hambre y sed.
¿Qué trato merecen las persons que en este momento están en un estado “vegetativo”, como lo estaba Martin?
Muchos de ellos están siendo tratados como si no estuvieran allí, como si sus vidas ya no importaran. Y Martin nos sirve para reflexionar como toda vida humana importa siempre y debe ser tratada con la misma dignidad.
Historia tomada de LIFE NEWS.