A los que «venden» abortos caseros diles #CierrenlosYa [?Envía tu correo aquí?]

Los mismos que siempre mencionan los abortos clandestinos para promover la legalización del “aborto seguro”, han decidido prescindir de todos sus recursos que, bien podrían ser útiles en esta pandemia, y se dedican exclusivamente a practicar abortos y de forma aún más insegura que antes.

Desde el Lunes 30 de Marzo¹, por razón de la pandemia, Profamilia suspendió todos sus servicios médicos para dedicarse exclusivamente a la promoción del aborto.

De igual manera, Oriéntame² dejó claro que no va a atender ninguna emergencia médica y que ante tal, se deben comunicar al 123 o directamente con cada EPS.  El 14 de abril, fue publicado en YouTube un video por parte del colectivo denominado “Las Igualadas”³, en el que promueven, tranquilamente, el “aborto en casa” con Misoprostol, limitándose a mencionar que el consumo de este medicamente no es un “Alka-Seltzer”.

Es decir, aún en medio de la pandemia, no les es posible renunciar su negocio y lo llevan a domicilio. Pero el Misoprostol no es “un poco más grave que un Alka Seltzer”, “son innumerables las referencias sobre complicaciones severas en el caso de un uso inadecuado de esta sustancia en el medio extrahospitalario.”⁴

Tenemos la oportunidad de frenar a la industria del aborto:

Si hacemos llegar masivamente derechos de petición al alcalde de tu ciudad y al gobernador de tu departamento, exigiéndoles que tomen posición y frenen la práctica del aborto en casa, habremos puesto un freno en seco a Profamilia, Oriéntame, “Las Igualadas” y El Espectador.

Solo tienes que escoger tu ciudad y firmar este derecho de petición y nosotros lo haremos llegar a tu alcalde y gobernador inmediatamente.

Con esto, haremos que fijen una posición clara al respecto y no se hagan de oídos sordos ante nuestro mensaje insistente durante los últimos días.

Sabremos si están dispuestos a responder a sus promesas de campaña y de qué lado están, si del lado de la salud de la mujer y el bebé en su vientre, o del lado de la inseguridad para las mujeres permitiendo que organizaciones sin escrúpulos invadan sus espacios más íntimos con sustancias altamente nocivas como el Misoprostol.