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Veintidós estados se han unido para respaldar la batalla legal de un padre de Nueva Jersey contra un distrito escolar que facilitó la «transición social» de su hija sin su conocimiento ni autorización.
Christin Heaps descubrió en diciembre de 2023, a través de otro padre de familia, que la Delaware Valley Regional High School había comenzado a tratar a su hija usando un nombre y pronombres masculinos desde el otoño de ese año, cuando la menor expresó este deseo a un consejero escolar. La situación resultaba especialmente delicada dado que la joven venía recibiendo terapia desde la escuela media por diversos padecimientos, incluyendo depresión, ansiedad, disforia de género y el trauma por la temprana pérdida de su madre.
Cuando Heaps solicitó al personal escolar detener esta práctica porque interfería con el tratamiento terapéutico de su hija, la institución se negó. Las autoridades escolares citaron la Política 5756, una normativa estatal pro-transgénero de 2018 que establece que no se requiere aprobación parental para afirmar la «identidad de género» de los estudiantes.
«Los demandados buscan avalar decisiones vitales importantes de menores de edad relacionadas con su educación y salud mental y física sin el consentimiento informado de los padres, mientras intentan mantener tales decisiones en secreto, como en este caso«, argumenta la demanda. Esta práctica, sostiene, «viola el principio constitucional largamente reconocido de que los padres con custodia ‘poseen lo que un niño carece en madurez, experiencia y capacidad de juicio requerida para tomar las decisiones difíciles de la vida’«.
La Alliance Defending Freedom (ADF) está respaldando a Heaps en este caso, junto con un escrito amicus curiae liderado por Montana y apoyado por otros 21 estados: los fiscales generales de Alabama, Alaska, Arkansas, Florida, Georgia, Idaho, Indiana, Kansas, Louisiana, Mississippi, Missouri, Nebraska, Dakota del Norte, Ohio, Oklahoma, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Texas, Utah, Virginia, Virginia Occidental y la legislatura de Arizona.
«Los padres como el Sr. Heaps tienen tanto un deber legal como un imperativo biológico de mantener a sus hijos seguros», argumenta el estado de Montana en el documento. «En correspondencia, la constitución reconoce que los padres tienen un derecho fundamental a dirigir la crianza de sus hijos e inculcarles estándares morales y creencias».
Ante esta situación, Heaps optó por retirar a su hija de la escuela y comenzar a educarla en casa. Según reporta, la menor ya no se identifica como varón. Sin embargo, el padre continúa con la demanda con la esperanza de que se derogue la normativa estatal y así evitar que otras familias pasen por una traumática experiencia similar.
El caso ha puesto de relieve la creciente preocupación en las escuelas públicas estadounidenses sobre la introducción de ideologías relacionadas con la sexualidad y otros temas controversiales, que abarcan desde políticas de bibliotecas y baños hasta eventos drag y materiales didácticos, llegando incluso a la «transición» social de niños vulnerables sin participación parental.
La identidad sexual está determinada por la biología y cualquier intento de alterar esta realidad va en contra del plan divino de la creación. El Catecismo enfatiza el respeto por la dignidad de todas las personas, mientras mantiene que las intervenciones para ‘cambiar el género’ son moralmente inaceptables.
Fuente: 22 states back dad’s lawsuit against school ‘socially transitioning’ daughter without his consent
