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Reseñamos la opinión de Shawn Carney, director de 40 días por la vida, publicada en Daily Signal.
Donald Trump es el presidente más provida en la historia de Estados Unidos. Ningún otro líder del mundo libre ha igualado su compromiso para defender la vida, desde desfinanciar a los proveedores de abortos hasta reconfigurar decisivamente la Corte Suprema.
Mientras miramos hacia un segundo mandato de Trump, es probable que dos políticas provida ocupen un lugar central y deberían adoptarse de inmediato. Una tercera, una prohibición nacional del aborto, probablemente no obtenga impulso en este momento.
1. Desfinanciar a Planned Parenthood
Bajo el presidente «católico» Joe Biden, Planned Parenthood recibió un récord de $750 millones de dólares de financiamiento de los contribuyentes, mientras realizaba un récord de 392.000 abortos solo el año pasado. La supuesta organización sin fines de lucro ahora obtiene aproximadamente un tercio de sus ingresos totales del gobierno federal.
Desfinanciar a Planned Parenthood sería un gran revés para la organización, y una gran noticia Provida. Su decadencia y perversidad se han hecho más evidentes en la era posterior a Roe vs Wade.
En 2017, Trump buscó desfinanciar a Planned Parenthood, pero fue bloqueado por el entonces presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y otros republicanos que carecían de la voluntad política y la claridad moral para hacerlo realidad.
Revisó la idea en 2019 a través del Título X, que proporciona financiación gubernamental a Planned Parenthood para distribuir anticonceptivos y otra supuesta planificación familiar. Apenas el mes pasado, poco antes de las elecciones, el entonces candidato a vicepresidente, el senador JD Vance, republicano de Ohio, reafirmó el objetivo del billete republicano de desfinanciar a Planned Parenthood en un segundo mandato de Trump.
Esta medida también se alinea con la postura de Trump de que el aborto es ahora un tema estatal y, por lo tanto, el financiamiento federal no debería respaldarlo. Al igual que muchas otras organizaciones sin fines de lucro en la nación, Planned Parenthood debería financiarse a sí misma, en lugar de depender de las donaciones federales.
Además, podemos esperar que Trump recorte tanto los fondos para Planned Parenthood International, el brazo de Planned Parenthood en países extranjeros, como lo hizo en su primer mandato, y restablezca la Política de la Ciudad de México, una de sus primeras acciones como presidente en 2017, para evitar que los dólares de los contribuyentes estadounidenses financien abortos en el extranjero.
2. Regular nuevamente las píldoras abortivas
Tras la anulación de Roe, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y la Administración de Alimentos y Medicamentos expandieron drásticamente el acceso a las píldoras abortivas al permitir que se dispensen a través de farmacias e incluso por correo, sin requerir supervisión médica en persona.
Eliminar la necesidad de una visita a un profesional médico antes de tomar estas píldoras apenas califica como atención médica segura, lo que probablemente contribuye al hecho de que 1 de cada 21 mujeres que las toman termina en la sala de emergencias.
Restablecer las regulaciones básicas sobre las píldoras abortivas es una medida de sentido común que incluso los defensores del aborto alguna vez apoyaron. Dadas las alarmantes estadísticas médicas reveladas, tiene muchas posibilidades de ganar terreno con una mayoría republicana en el Congreso.
3. Una prohibición nacional del aborto
Dado que la Corte Suprema optó por no aplicar la Decimocuarta Enmienda a los niños no nacidos, el aborto ha sido devuelto a los estados. Aunque una prohibición federal del aborto rápidamente entró en la conversación, Trump ha declarado constantemente que no la buscaría, y no hay razón para esperar que vaya en contra de su palabra.
Se consideraron llamados a una prohibición de 15 semanas, un umbral gestacional arbitrario, pero finalmente fueron rechazados por Trump. En una América posterior a Roe, donde 25 estados ya han promulgado leyes provida sólidas, una prohibición de 15 semanas socavaría su legislación más protectora ya vigente, señalando debilidad en lugar de progreso. Una prohibición de 15 semanas se convertiría en el estándar en todos esos estados provida que ya han salvado a decenas de miles de bebés con prohibiciones más estrictas o proyectos de ley de latidos del corazón que impiden los abortos después de seis semanas de embarazo.
A veces se acusa a Trump de no escuchar a los asesores, pero la experiencia del movimiento provida ha demostrado lo contrario. Como candidato, Trump admitió su conocimiento limitado sobre el aborto, pero se tomó el tiempo para educarse. Escuchó a los campeones provida y aceptó una guía crítica de Leonard Leo, presidente de la Federalist Society, y otros líderes católicos sobre las nominaciones a la Corte Suprema. Esto condujo directamente a la anulación de Roe, un evento que muchos estadounidenses provida nunca pensaron que presenciarían.
En un segundo mandato, Trump está listo para seguir siendo un presidente firmemente provida. Si bien los estadounidenses provida no deberían darle pase libre, sería imprudente e irrespetuoso ignorar su notable historial. Trump ha demostrado su compromiso con la causa provida, y hay todas las razones para creer que gobernará con esos valores en primer plano una vez más.
Nota de LifeNews.com: Shawn Carney es el director de campaña de la campaña de oración provida de 40 días por la vida contra el aborto. Esta columna apareció originalmente en Daily Signal.
Fuente: Donald Trump Should Defund Planned Parenthood
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