Una valiente batalla está dando la primer ministra Noruega Erna Solberg para cambiar la ley de aborto de ese país, la cual hoy permite que se aplique a personas con síndrome de down, malformidad física o enfermadad grave, así como para reducir el número de bebés en el caso de gemelos.
El párrafo que se propone modificar es el 2 C de la ley de aborto, que es apodado el párrafo de los Down debido a que, según el registro médico de nacimientos, es invocado para impedir el nacimiento del 90% de los niños que tienen esta condición.
Este debate recuerda la polémica generada recientemente por la propuesta de la magistrada de la corte constitucional Cristina pardo quien propuso limitar temporalmente las semanas dentro de las cuales es posible realizar un aborto, teniendo en cuenta la etapa de desarrollo a partir de la cual el bebé es viable para vivir fuera del vientre materno, así como la justificación de defectos físicos a la hora de terminar con la vida de un bebé en gestación.
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La propuesta de la líder conservadora, que fue definitiva para lograr el apoyo del partido cristiano de ese país, indispensable para la continuidad de la coalición de derecha en el poder, ha generado una fuerte reacción en los partidos de oposición los cuales han convocado a manifestaciones callejeras para este fin de semana.
Ingelin Noresjø (KrF)
Por su parte, Ingelin Noresjø, dirigente del Partido Cristiano Demócrata (KrF), afirma que “se trata del derecho a la vida y de no discriminar a quienes son diferentes”, y que ese fue un tema “primordial” en la negociación de la coalición con Solberg.
Las expectativas son muy altas, debido a que los miembros de ese partido describieron la negociación como una oportunidad histórica para hacer algo en relación con el aborto, si no tiene éxito mucha gente se sentirá engañada y crearía inestabilidad política en la coalición, dando a entender que podrían irse a la coalición de izquierda con la cual tienen coincidencias en políticas de justicia social y ecología.
Imagen principal: Erna Solberg (BBC)
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