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Un grupo de 22 jóvenes pasantes provida dedicaron su verano a ser testigos provida para los residentes de Michigan, pasando entre dos y tres meses haciendo consejería en las aceras frente a clínicas abortistas y yendo puerta a puerta para hablar del valor de la vida.
Según reportó Detroit Catholic, Audrey Whipple, coordinadora de pasantías de Protect Life Michigan, declaró a ese medio que los pasantes, con edades entre estudiantes de secundaria y universitarios, llevan registro del número de personas que verbalmente confirmaron que cambiaron parcial o totalmente su postura sobre el aborto gracias al trabajo de los pasantes.
Los jóvenes provida interactuaron con miles de personas en el sureste de Michigan, su área objetivo. Protect Life Michigan informó que al 14 de agosto los pasantes alcanzaron «a más de 148,000 personas con el mensaje provida» y que ahora hay «3,665 personas menos proaborto y 2,542 más provida» en el área de Novi.
Whipple dio ejemplos de las técnicas usadas por los pasantes, diciendo que mostrar imágenes y usar el «argumento de derechos humanos» han sido algunos de los métodos más efectivos.
«Establecemos que tanto la persona proaborto como nosotros creemos en los derechos humanos para todos los seres humanos, y después de exponer el hecho de que el aborto intencionalmente quita la vida a un ser humano inocente, ¿no sería eso una violación a los derechos humanos?», dijo Whipple a Detroit Catholic.
«A veces inmediatamente están de acuerdo con nosotros, y es como un momento de revelación», agregó. «A veces toma mucha más conversación y reflexión, pero mientras expongamos claramente la posición provida, esa sería una persona que se considera alcanzada».
La pasante Rose Skrobola dijo a Detroit Catholic que otra conversación le hizo darse cuenta de la diferencia que pueden hacer pequeñas acciones en la vida de otra persona.
«Una de las pasantes estaba tocando puertas, y habló con este hombre que previamente había recibido uno de nuestros panfletos», relató Skrobola. «Él (le dijo) que solía ser proaborto hasta cierto punto, y luego vio la literatura que dejamos en su puerta, y cambió de opinión».
«Es realmente increíble ver el impacto que cosas pequeñas, cosas que tal vez no imaginarías que tendrían tal efecto», afirmó.
Otra pasante, Florence Brighton, compartió sobre una poderosa experiencia hablando con un hombre que inicialmente era proaborto. Los argumentos intelectuales no estaban cambiando su mente, explicó Brighton, pero al hablar con él sobre el impacto personal que el aborto ha tenido en él, ocurrió un cambio. En esa conversación, se volvió provida.
«Este verano me mostró cuán rotos estamos todos, tanto yo como los demás», agregó Brighton. «Y dos, el poder sanador de Jesús y cómo él nos ve a todos, y quiere que nos sintamos completos y plenos».
Whipple dijo a Detroit Catholic que ve el impacto transformador que la pasantía tuvo en estos jóvenes que comparten el mensaje provida, ya que profundizó su amor por los niños no nacidos.
«Muchos de estos estudiantes tienen 15-16 años, cambiando docenas de mentes cada uno este verano», afirmó Whipple. «Creo que eso es algo de lo cual no se daban cuenta que tenían la capacidad de ser parte, pero entre más lo han hecho, más se han dado cuenta de que tiene poco que ver con ellos y mucho que ver con Dios».
Fuente: Young pro-life interns in Michigan change thousands of minds on abortion issues
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