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Javier Acosta, un joven hincha de Millonarios diagnosticado con cáncer en la sangre, conmovió a Colombia esta semana al anunciar que recibiría la eutanasia el viernes 30 de agosto.
Tras enterarse de la difícil situación de Javier, los jugadores del club Millonarios contactaron al joven para brindarle apoyo. En una videollamada, Javier pudo conversar con su ídolo, el delantero Radamel Falcao García, quien actualmente se recupera de una lesión en la mano derecha.
Javier explicó que su calvario médico inició hace cinco años con una simple roncha en la piel que derivó en osteomielitis, una infección ósea agresiva. Los médicos consideraron amputarle una pierna, pero no podían garantizar que la infección no se propagara a otras partes del cuerpo. Finalmente, le diagnosticaron cáncer en la sangre.
El video conmovió a miles de personas en redes sociales, mientras en los medios, algunos periodistas afirman que «su historia puso en evidencia la falta de una ley de eutanasia en Colombia».
Desde los puntos de vista Ético y Moral, la eutanasia suprime la vida de manera voluntaria. El Catecismo de la Iglesia Católica aborda el tema desde el numeral 2276 al 2279.
Cuando se pide la eutanasia, se está en el campo del suicidio. También con respecto a éste, el Catecismo lo expone en los numerales 2280 al 2283. En ambos casos, el tema esencial es La Vida. Con respecto a ella, el Catecismo dice:
En ambas situaciones, estas personas «tienen derecho a un respeto especial» (CIC 2276). Como en toda valoración moral, la responsabilidad de los hechos puede verse agravada o atenuada (CIC 2282).
Finalmente, en la medida en que estos casos se hacen notorios y se difunden a través de las redes sociales y luego de los medios de comunicación, que se hacen eco de ellos para promover su legalización, la sociedad y, en ella, personalidades destacadas se ven involucradas, incluso de manera involuntaria, como en el caso del equipo de fútbol del cual es hincha Javier, y de su figura insigne, Radamel Falcao García.
No les corresponde ni al equipo, ni a sus figuras u otros miembros en cualquier grado, apoyar la decisión de un seguidor, pues no les compete. Y, moralmente, porque no es lícito hacerlo. Lo adecuado es, siempre, defender la vida, desde su concepción hasta su fin natural; especialmente a partir de la adecuada concepción de la inviolable Dignidad de la Persona Humana.
Hacerlo, compromete a la institución y a sus integrantes en una especie de aval o de aprobación tácita, que serviría al fin de legitimar socialmente ya sea la eutanasia directa o el «suicidio asistido», lo que trae consigo, además, «la gravedad del escándalo», pues, además de «servir de ejemplo, especialmente a los jóvenes», sería una forma de «cooperación voluntaria al suicidio, contraria a la ley moral» (CIC 2282).
En este caso, hasta donde se conoce, ni el equipo ni el futbolista –manifiesta y públicamente declarado Cristiano– se vieron comprometidos hasta dicho punto. No sólo Falcao debe cumplir su promesa de dedicarle el primer gol cuando lo haga, sino de orar por el alma de esa persona, desde ahora, antes incluso de su muerte, sino todos nosotros, pidiendo a Dios misericordia, el restablecimiento del justo orden social en la Verdad, y por tantas personas que cada día se ven más expuestas a los ecos mediáticos de estas «alternativas» que se les ofrecen ante el sufrimiento.
Fuente: “Ya sabes”: Falcao García y la promesa que le hizo al joven barrista que recibirá la eutanasia
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