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Antes de cualquier comentario o valoración por parte nuestra, invitamos a leer el texto del artículo, que da cuenta de los últimos anuncios hechos por el propio Donald Trump en desarrollo de su actual campaña política a la Presidencia de los Estados Unidos, y que tocan directamente con temas Provida, con realidades de orden moral, bastante delicadas. Veamos:
En un mitin de campaña reciente, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió al anunciar que en caso de ser electo su gobierno cubriría los costos del tratamiento de fertilización in vitro (FIV) o exigiría a las aseguradoras que lo hagan.
Donald Trump dice que la cobertura de FIV será «obligatoria» – LifeSite (lifesitenews.com)
El magnate justificó la medida, que calificó de «profamilia», como un apoyo a las «familias trabajadoras», argumentando que los tratamientos de FIV «son caros» y «muy difíciles de conseguir para muchas personas».
En Español:
En la práctica, la mayoría de las personas creadas a través de la FIV son destruidas o congeladas indefinidamente. Además, la FIV establece la dominación de la tecnología sobre el origen y el destino de la vida humana, afirma un «derecho» perverso a un niño y separa lo unitivo de lo procreativo. https://t.co/h0b2ZQ2fAF
— Michael Knowles (@michaeljknowles) 30 de agosto de 2024
Ese mismo día, en otro evento en La Crosse, Wisconsin, Trump se mostró a favor de extender el plazo para poder abortar legalmente en Florida, actualmente fijado en seis semanas de gestación. Consultado sobre una iniciativa para despenalizar el aborto durante los nueve meses del embarazo en ese estado, Trump señaló: «Bueno, creo que las seis semanas son muy pocas, tiene que haber más tiempo».
Las declaraciones desataron fuertes críticas entre sectores conservadores y provida. El director de LifeSiteNews, John-Henry Westen, calificó el anuncio de Trump como “desgarrador” y advirtió que obligar a cubrir los tratamientos de FIV afectaría la libertad religiosa, pues muchos cristianos se oponen a esa práctica por considerarla [y ser] inmoral.
Otros comentaristas católicos como Taylor Marshall y Tim Carney también expresaron su rechazo. “¡Los católicos nos oponemos al 100% a que Trump utilice nuestro dinero de impuestos para financiar procedimientos de FIV!”, tuiteó Marshall.
Mientras que para algunos la FIV puede parecer ‘profamilia’ porque permite concebir bebés, lo cierto es que separa la procreación del acto sexual y conduce a la muerte de millones de embriones humanos, como advierte un análisis de American Life League. Se estima que en Estados Unidos se destruyen anualmente dos millones de embriones por la FIV, frente a un millón de abortos.
Fuente: Donald Trump says IVF coverage will be ‘mandated’ – LifeSite
Puede ver el video con la intervención de Donald Trump en los insertos de “X” que hemos incluido. Cada uno de dichos comentaristas, bastante calificados, ha hecho la respectiva valoración moral, muy clara al respecto, por lo cual no abundamos en ese aspecto. Son Provida y Católicos en serio, muy bien formados y totalmente comprometidos con la Defensa de la Verdad y de la Vida, y no hablan por hablar. Su palabra más significativa ha sido “decepcionante”. Estamos de acuerdo.
Tres palabras finales:
1. Los Católicos y cristianos de otras denominaciones con adecuada formación, no “consideramos” inmoral la FIV y el aborto en cualquier etapa de la gestación del bebé: sabemos que ES INMORAL. No es una apreciación subjetiva.
2. El anuncio de Trump es consecuente con las decisiones que reformaron los estatutos y principios del partido republicano en su última convención, que dejó perplejos a muchos: se veía venir. Trump ha tomado postura, ha definido su posición y, desafortunadamente, lo ha hecho comprometiendo el juicio razonable y crítico sobre el valor de la Vida, en favor de una apreciación relativista y falaz, sin sustento real, ni filosófico, ni científico, ni moral.
3. La consecuencia para los votantes, en conciencia, será verse sometidos a la disyuntiva del “mal menor”, que muchos no admiten, precisamente, para no verse abocados a incurrir en una forma de cooperación con el mal; pero, si no votan, dejarían el camino despejado a la agresiva postura antivida de Kamala Harris.
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