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Todos, menos dos de los demócratas de la Cámara de Representantes, se opusieron a la Ley de Protección de los Sobrevivientes del Aborto Nacidos Vivos, que exigiría que a los recién nacidos sobrevivientes de abortos se les brinde «el mismo grado de habilidad profesional, atención y diligencia» que se daría después de un nacimiento planeado.
La Cámara de Representantes votó 217-204 el jueves para aprobar la Ley de Protección de los Sobrevivientes del Aborto Nacidos Vivos (BAASPA, por sus siglas en inglés) para fortalecer la protección federal contra el infanticidio, demostrando el apoyo de más de la mitad del Congreso, mientras que el Senado continúa sin enviarla al escritorio del presidente.
BAASPA exigiría que a los recién nacidos sobrevivientes de abortos se les muestre «el mismo grado de habilidad profesional, atención y diligencia» que se daría después de un nacimiento planeado y luego sean «transportados de inmediato y admitidos en un hospital«. Los médicos que violen la ley enfrentarían hasta cinco años de prisión, y aquellos que vayan más allá de la negligencia culposa y cometan un «acto manifiesto» para matar al recién nacido serían castigados bajo el estatuto federal de asesinato existente.
Aunque técnicamente el Congreso prohibió el infanticidio en todo el país por unanimidad hace dos décadas con la Ley Federal de Protección de Infantes Nacidos Vivos (BAIPA), esa ley carecía de sanciones o mecanismos de aplicación, lo que BAASPA pretende corregir.
El proyecto de ley pasó la Cámara controlada por los republicanos sin dificultad, pero a pesar de que los republicanos también controlan el Senado, su mayoría no fue lo suficientemente grande como para superar el umbral de obstrucción de 60 votos para la mayoría de los tipos de legislación. Todos los demócratas del Senado se opusieron; todos menos dos demócratas de la Cámara se opusieron (el representante Henry Cuellar de Texas votó sí; el representante Vicente González de Texas votó presente).
Los demócratas y el grupo de presión del aborto justifican su oposición a BAASPA afirmando que la ley existente es suficiente para hacer que el infanticidio sea prácticamente inexistente. En realidad, sin embargo, «aunque Estados Unidos no registra datos confiables sobre los sobrevivientes de abortos, hemos estimado, a través de extrapolaciones del gobierno canadiense, que 1.734 bebés nacen vivos después de un procedimiento de aborto fallido cada año en Estados Unidos«, dice la Red de Sobrevivientes de Abortos. «En otras palabras, alrededor de 2 de cada 1.000 abortos resultan en un nacimiento vivo. Después de 49,5 años de Roe vs. Wade, 85.817 bebés sobrevivieron a un procedimiento de aborto«.
En septiembre de 2024, el Consejo de Investigación Familiar (FRC) escribió:
«Las estadísticas de informes de abortos a nivel estatal de nueve estados muestran que al menos 277 bebés han sobrevivido al aborto desde 2006».
Solo ocho estados requieren informar tales datos, y no hay requisitos federales de informes sobre el tema, lo que garantiza que el número real sea más alto. Varios ex trabajadores de la industria del aborto y expertos en políticas les han dicho al Congreso o han admitido bajo juramento que el infanticidio después de abortos fallidos ocurre más allá del alcance de las cifras oficiales.
A partir de septiembre de 2024, solo 18 estados tienen leyes que exigen atención médica para bebés entregados vivos después de intentos de aborto, según FRC, dejando a los abortistas en libertad de cometer infanticidio en la mayoría del país.
Fuente: House passes anti-infanticide bill that Senate Democrats blocked
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