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“Seis millones de abortos son también una pandemia”, dice Obispo italiano

Aborto en el mundo
Escrito por Redacción R+F

Un Obispo que habla bien claro y no teme pronunciarse.

Sí, la actual situación es grave y preocupante. Pero hay una pandemia peor:

el número de conciencias y de vidas que se pierden por el aborto ‘legal’.

Según informó el jueves 23 de abril de 2020 el sitio Gaudium Press, recogiendo a su vez un comentario de Mons. Alberto María Careggio, obispo emérito de la diócesis de Ventimiglia y Sanremo, Italia, publicado en el sitio web de la misma, hay otra situación dramática, equivalente ni más ni menos que a otra pandemia.

“Para Mons. Alberto María Careggio, obispo emérito de la diócesis de Ventimiglia y Sanremo, Italia, existe un virus que hace mucho tiempo se arrastra en el mundo. Hay una gran pandemia que nadie osa apuntar: seis millones de abortos legalizados en el planeta todos los años”.

Gaudium Press
Aborto.jpg
Mons. Alberto María Careggio,
obispo emérito de la diócesis de Ventimiglia y Sanremo, Italia.

Matar la conciencia para eliminar el horror del asesinato

Comenta él en el portal de la diócesis:

“Cuánto tiempo durará la pandemia del coronavirus, no es posible saber, ni por cuántos días todavía tendremos que oír el boletín de las muertes, los infectados y los recuperados.

¿Qué ocurriría si lo mismo fuese hecho para los más de seis millones de abortos legalizados en todo el mundo?

Esa también es una pandemia que mata la consciencia de aquellos que la practican y la de los gobernantes que, al legislar, pretenden eliminar el horror del asesinato”.

Mons. Alberto María Careggio, Obispo italiano.

Legalización del aborto no significa moralización del aborto

El obispo continúa explicando su posición:

“Legalizar no significa absolutamente moralizar una acción que es contra la vida: se dice popularmente que [el aborto] clama por venganza delante de Dios; ¡y es bien así!

El heroísmo de todos aquellos que hacen lo posible para salvar la vida de otras personas con el riesgo propio es más edificante. Eso enuncia que el mal no tiene la última palabra.

De la catástrofe y los escombros de esta pandemia, debemos esperar el despertar de esos valores humanos y cristianos, de amor y solidaridad, de altruismo y generosidad, de compasión y ternura, adormecidos, pero no desaparecidos:

son y continúan siendo la marca de la mano de Dios que él quería crear al hombre a su imagen, semejanza y sueños de nuevos hombres para una nueva sociedad”.

Mons. Alberto María Careggio, Obispo italiano.

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1 Comment

  • Qué dirán ahora las de pañoletas verdes que hasta hace poco exigían la despenalización del aborto, ahora saben lo que es querer vivir y que un virus las mate.