Familia Testimonios Vida

Gracias, doña Emilia, por no abortar a San Juan Pablo II

En el libro “Las mujeres de Wojtyla”, escrito por Annalisa Borghese, encontramos el perfil de la madre del gran papa polaco y su decisión de decirle Sí a la Vida, por encima de las razones que le presentaron sus médicos para “interrumpir” el embarazo.

Era una mujer femenina y emprendedora. Cuando apenas despuntaba a la adolescencia perdió a su madre. Pocos años después, vio morir a cuatro de sus hermanaos. Emilia Kaczorowska creció sola, apoyada en su Fe, con la voluntad de sacar adelante la vida a pesar de los obstáculos.

De carácter decidido, ideas claras y enorme optimismo, heredó a su hijo menor, quien sería el 264 papa de la Iglesia Católica, los ojos vivaces, la frente amplia y la sonrisa honesta.

De cabello largo que recogía en un moño alto, a la usanza de la época, se distinguía por su prudencia. Entre las chicas de Cracovia, era reconocida por su elegancia y por vestirse muy bien con pocas cosas. Bella y echada para adelante, encarnaba la alegría del hogar.

Por encima de todo, fue una mamá entregada. Primero nació Edmund, “Mundek”, el hijo médico que murió a los 22 años, víctima de la fiebre escarlatina que estaba tratando de curar en numerosos pacientes que atendía en el hospital donde trabajaba. Años más tarde, luego de un embarazo difícil y de un parto inaudito, vino al mundo la pequeña Olga, quien, con esfuerzo, logró sobrevivir unos meses. Días aciagos para los Wojtyla.

Apoya el periodismo católico con un “like”:[efb_likebox fanpage_url=”https://www.facebook.com/razonmasfe/” box_width=”600″ box_height=200″” responsive=”1″ show_faces=”1″ show_stream=”0″ hide_cover=”1″ small_header=”1″ hide_cta=”1″ locale=”es_CO”]

Según Maria Janina Kaczorowa, vecina de la familia, doña Emilia superó este duelo difícil, gracias a la oración y a su firme determinación de avanzar, en compañía de Karol, su esposo militar, suboficial del Ejército polaco, de quien se enamoró a primera vista.

Según datos de su biografía, doña Emilia aprendió el oficio de modista, con el cual pudo ganarse algunos ingresos que aportaba a su casa, una vez terminó la primaria en el Colegio de las Hermanas de la Misericordia de Cracovia. Su habilidad con la máquina de coser se vio reflejada en preciosos vestidos que lucían sus clientas en ocasiones especiales.

Luego del segundo embarazo y de la muerte de la pequeña Olga, los problemas de salud llegaron a la vida de doña Emilia. El deterioro de su corazón y sus riñones comenzaron a traerle dificultades permanentes. No obstante, en los últimos días del verano de 1919, con 35 años de edad, ella descubre que está a la espera de su tercer hijo.

Los médicos le dicen que debe interrumpir el embarazo cuanto antes, pues es previsible que se presenten complicaciones severas más adelante. Ella, confiada en la Providencia, rechaza esa propuesta y aferrada a su profunda convicción en la vida, hace todo lo posible por cuidar de sí misma, como lo había hecho siempre, pero con mayor empeño durante los 9 meses de gestación.

Llega el día: es el 18 de mayo de 1920. En el momento de los dolores del parto, doña Emilia se concentra en los cantos de la celebración mariana que se está adelantando en la iglesia de Santa María, y pide a la matrona que la está atendiendo que abra la ventana para que su hijo pueda asomarse al mundo escuchando estas alabanzas.

Así nació Karol Jozef Wojtyla, san Juan Pablo II, un niño que debió ser abortado según los médicos.

En el libro “Las mujeres de Wojtyla”, escrito por Annalisa Borghese, encontramos el perfil de la madre del gran papa polaco y su decisión de decirle Sí a la Vida, por encima de las razones que le presentaron sus médicos para “interrumpir” el embarazo.

Doña Emilia vivió hasta abril de 1929, un mes antes de que su pequeño “Lolek” cumpliera los 9 años. Fue la inspiración más grande que tuvo el futuro pontífice, quien acuñó el término de “genio femenino” como tributo a su madre, en la encíclica Mulieris Dignitatem.

A propósito de este testimonio en defensa de la vida, el próximo 22 de octubre, celebramos la memoria de San Juan Pablo II. Sigamos el ejemplo de doña Emilia y exaltemos los valores esenciales de la existencia humana.

#LaVidaEsDivina

Razón+Fe te invita a conocer el blog de este nuevo colaborador. Visita www.elcieloquierevolver.blogspot.com.co

*Recibe el boletín semanal de Razón+Fe:
[yikes-mailchimp form=”1″]

Leave a Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.