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Un grupo de católicos se congregó pacíficamente frente a la casa del arzobispo de Lima para rezar un rosario en reparación al Inmaculado Corazón de María, tras la controversia generada por la blasfema obra teatral «María Maricón». La ‘obra’, programada en la Universidad Pontificia Católica del Perú (PUCP), había sido acusada de ofender símbolos religiosos y de faltar al respeto a la Virgen María.
Tras la que ha sido calificada como una no menos que ambivalente, tibia y cobarde posición del arzobispo de Lima, una veintena de católicos se congregaron a las puertas de la casa del cardenal Castillo para rezar el Rosario como acto de reparación. La situación se tornó polémica cuando el cardenal Carlos Castillo, arzobispo de Lima, respondió a esta manifestación espiritual solicitando la intervención de la policía para disuadir el acto pacífico de oración. Según los asistentes, la acción del prelado generó desconcierto e indignación entre los fieles, quienes afirmaron estar ejerciendo su derecho a la expresión religiosa de manera respetuosa.
«Esa eminencia debe irse de nuestra patria urgentemente, nadie lo quiere por permitir semejante ofensa contra Nuestra Madre«, ha afirmado el coordinador del Rosario de Hombres de Perú. El rezo del rosario fue interpretado por muchos como un acto de reparación y defensa de los valores católicos frente a lo que consideraron un agravio, mientras que la reacción del cardenal ha avivado el debate sobre la relación entre la Iglesia y los fieles en temas de libertad de expresión y respeto a los símbolos religiosos.
El incidente se suma al clima de tensión que ha rodeado la programación de la obra teatral. Inicialmente, la PUCP emitió disculpas públicas y suspendió el evento tras las críticas de la Conferencia Episcopal Peruana, diversos políticos y el Ministerio de Cultura. Sin embargo, la postura del cardenal Castillo, quien afirmó que no existió intención de ofender y defendió la continuación de la obra tras la corrección del cartel considerado blasfemo, exacerbó las divisiones entre los fieles.
Un hecho similar ocurrió el 18 de agosto de 2021, cuando más de 60 fieles católicos se congregaron a las afuera de la casa del Arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo Mattasoglio, luego de unas polémicas declaraciones dadas en medio de una transmisión con El Vaticano en las que el arzobispo había solicitado varias cosas ‘que no están permitidas’, como hacer que ‘familias, o parejas, o grupos de esposos o de personas mayores laicas asuman parroquias”.
La imagen capta la escena del 2021, hecho que ahora se repite.
El respeto a los símbolos sagrados y la defensa de la dignidad de la Virgen María deben ser preservados. La Iglesia llama a los fieles a manifestarse de manera pacífica y respetuosa ante cualquier agravio a la fe, evitando acciones que puedan generar confrontación o violencia.
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