Las iglesias que se niegan a unirse a la Asociación Patriótica Católica son reconvertidas en centros culturales o de propaganda, mientras que los miembros de sus congregaciones son amenazados y ahuyentados, explica la web en defensa de la libertad religiosa en China Bitter Winter, la cual muestra algunos ejemplos. Desde la firma del acuerdo entre el Vaticano y China del 2018, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha estado reprimiendo cada vez más a las iglesias católicas no registradas, clausurándolas por negarse a unirse a la Asociación Patriótica Católica China (APCC). Numerosos lugares de culto han sido reconvertidos por la fuerza en lugares destinados a efectuar actividades seculares o centros de propaganda del PCCh.
“El Gobierno se llevó todos los libros religiosos y las imágenes de la Virgen María. Quieren eliminar nuestra religión y prohibirnos creer en Dios”, afirmó otro creyente.
Varias iglesias han sido vaciadas de sus imágenes y elementos religiosos, y los fieles y sacerdotes intimidados para que renuncien a su fe y no se atrevan a predicar.
Sin embargo, los fieles siguen resistiendo a la persecución, arriesgando su vida y exponiéndose al martirio.
“El Gobierno nos insta a unirnos a la APCC para que el Partido Comunista sea nuestro maestro. De otro modo, no puedes creer en Dios. Quieren eliminar todas las iglesias que no estén controladas por ellos. A pesar de que nuestra iglesia ha sido ocupada por el régimen, no podrán quitarnos nuestra fe”, dijo un sacerdote de la Iglesia católica clandestina (no registrada).
La historia completa en: Desde el acuerdo con el Vaticano se ha agravado la persecución a la Iglesia «no patriótica» en China – ReL