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Dicen que el Señor obra de maneras misteriosas, pero ¿puede una publicación de Instagram acerca de una bicicleta llevar a alguien a la Iglesia Católica? ¿Y ayudar a un católico alejado a encontrar el camino a casa? En el caso de Kirby y Justine Wisdom, la respuesta es un rotundo sí. O más apropiadamente, «Sí, acepto».
La pareja, que contrajo matrimonio en la parroquia All Saints de Mesa en mayo, dijo que se conocieron a través de Instagram, una red social para compartir fotos y videos.
En ese momento, Kirby administraba una tienda local de bicicletas. Era justo antes de Navidad y el dueño de una bicicleta que había sido sometida a extensas reparaciones la abandonó allí. «Simplemente regálala a alguien», le dijo el jefe de Kirby.
Fue entonces cuando recordó haber visto a alguien en Instagram que había publicado fotos de la misma marca de bicicleta. «Esta era una versión más bonita, sin embargo», dijo Kirby. Le envió un mensaje a la persona, diciéndole que la tienda quería regalarle la bicicleta. La persona respondió que pasaría por la tienda.
«Abro la puerta trasera y ella salta de una Jeep y camina hacia mí. Me quedé boquiabierto», dijo Kirby. «Ella seguía preguntando cuánto quería por ella, y yo decía: ‘Ya hicimos el trabajo en ella. Es para ti. Feliz Navidad'».
Justine tiene su propia versión de la historia. «Recuerdo haber visto su Instagram y pensar: ‘¡Este hombre es tan guapo!’. En ese momento, pensó en su hermana menor como alguien que quizá podría estar interesada en Kirby».
«En realidad, no crecí en la iglesia», dijo Justine. Sus padres se divorciaron cuando ella era muy pequeña y, trágicamente, sufrió tanto trauma como abuso. «No conocíamos a Dios, no crecimos con Él en absoluto», dijo Justine.
A los 21 años, vivía con la familia de su novio. Él pertenecía a una iglesia protestante pero no practicaba su fe. Su madre sí lo hacía, y tenía un crucifijo en el hogar. «Estaba en mi límite. Estaba tan oscura como podía estar. Me sentía muy perdida y sola», dijo Justine. Desde el ocultismo hasta el ateísmo, vivía una vida alejada de Dios.
«Un día, cuando no había nadie, simplemente sentí un tirón en mi corazón: no puedo seguir así». Contempló quitarse la vida. «Y miré a nuestro Señor colgado en la cruz y dije: ‘Está bien, si eres real, te necesito. Necesito que sanes mi corazón porque se está rompiendo‘».
En ese momento, se derramó el Espíritu Santo. «Me otorgó gracias y me encendí», dice Justine sobre el encuentro. Cuando su novio regresó, notó que algo había cambiado. «Y dije: ‘El Señor es real y necesito ser cristiana'». La pareja rompió. La vida de drogas y alcohol se acabó, y amaneció un nuevo día.
Una revelación sorprendente
Para cuando conoció a Kirby en la tienda de bicicletas, Justine había abrazado el cristianismo y hablaba con frecuencia de Dios. Mientras tanto, Kirby no había ido a la iglesia en años. Lo habían criado como católico, pero en cuanto cumplió 18 años decidió que ya no quería asistir a misa.
Realmente no sabía mucho sobre la profunda fe de Justine, pero los dos tuvieron muchas conversaciones sobre Jesús. «Simplemente pensé que era hermosa y, como nota al margen, salió de una Jeep. He sido dueño y reparado dos de las Jeep que ella tenía, así que pensé que esa fue otra razón por la que me sentí atraído por ella. Y ella es ciclista».
Su primera cita fue un paseo en bicicleta de 20 millas. Kirby le explicó a Justine que no tenía la misma pasión por Dios que ella.
«Pero supe desde el momento en que lo conocí: este es el hombre con el que quiero pasar el resto de mi vida», dijo Justine. «Sabía que Dios estaba transformando su corazón y no tenía miedo. No me rendí con él».
Justine invitó a Kirby a asistir a un servicio protestante con ella. «Pasaron las pequeñas copas con jugo y una oblea y, como, empecé a temblar», dijo Kirby. «Todo dentro de mí gritaba: ‘No puedo tomar esto’ y no podía explicar por qué. Así que, en silencio escondí el pedazo de pan debajo del asiento».
Cuando se dio la vuelta, vio a Justine mirándolo con los ojos llenos de lágrimas. Más tarde, fuera de la iglesia, Kirby le dijo a Justine que por alguna razón inexplicable no podía participar en los servicios de la comunidad protestante. «No puedo entender las palabras de por qué me siento así, pero ojalá pudieras entender que amo a Jesús y quiero seguir en una relación contigo, pero no puedo participar en eso», le dijo a ella.
Tuvieron una experiencia similar en otras comunidades protestantes en las que ofrecían algo parecido a la Eucaristía. En las semanas siguientes, Kirby se tomó tiempo para pensar y orar sobre por qué se sentía de la manera en que lo hacía. ¿Fue debido a su educación católica o fue porque realmente creía en la Eucaristía?
«Entonces, volví con ella y le dije: ‘Oye, entiendo si vas a cortar conmigo, pero tengo que volver a la Iglesia Católica’«, dijo Kirby.
Cheryl, la madre de Kirby, recuerda el día que eso sucedió en 2022. «Estábamos en la conferencia mariana y me llamó y dijo: ‘Mamá, quiero ir a confesarme‘. Se me detuvo el corazón y dije: ‘Ven aquí’. Movido por una comprensión de la Verdadera Presencia de Cristo en la Eucaristía, Kirby se reconciliaba con el Señor. Y eso a su vez llevó a Justine a considerar la Iglesia Católica.
«El punto de inflexión tanto para nuestro viaje específico hacia el catolicismo
como para mi regreso a la Iglesia, todo giró en torno a la Eucaristía«, dijo Kirby.
Cheryl invitó a Justine a asistir a la misa de Nochebuena con la familia. En ese momento, Justine había pasado una década saltando de comunidad en comunidad. Amaba a Dios pero todavía estaba buscando respuestas.
Mientras caminaban hacia la Iglesia Católica All Saints en Mesa en Nochebuena, Kirby le dijo a Justine que no se sintiera presionada. El enorme santuario con su arquitectura clásica, gran crucifijo y vidrieras la dejó sin palabras. «Mis manos temblaban y pensaba: ‘Esto es tan hermoso'».
«En el momento en que consagraron la hostia y levantaron a Jesús, fue como si todo se quedara en silencio y me enfocara solo en la Eucaristía. Y lo vi. Pensé: ‘Ese es mi Jesús que he estado buscando‘».
No mucho después, Justine comenzó a participar en el Rito de Iniciación Cristiana de Adultos. Cheryl aceptó ser su madrina. En la Vigilia Pascual de este año, Justine fue iniciada en la Iglesia Católica. Después de que la bautizaron, se sentó en el banco, vestida con su vestido blanco.
«Recuerdo que cuando comenzaron a hacer la consagración, comencé a temblar porque pensaba: ‘Oh, es real. No voy a recibir una bendición. Voy a recibir a nuestro Señor‘. Y sentí que él me decía: ‘Te amo mucho. Estoy muy orgulloso de ti'». «Y para mí fue como cuando extrañas mucho a un ser querido y no puedes esperar para verlo. Pero no era solo un ser querido. Era el Hombre que formó mi corazón».
A medida que Justine ha crecido en su fe católica, Kirby también lo ha hecho. Cuando Justine señaló cuántas partes de la misa son citas o se basan en las Escrituras, comenzó a hacer conexiones.
«Antes, asistir a misa era una rutina sin sentido para mí. Me había memorizado todo pero sin captar el verdadero significado. Ahora, después de regresar a la fe católica, experimento la misa como la mayor experiencia de oración, tal como enseña la Iglesia. Al leer los escritos de reconocidos autores católicos como Scott Hahn y Peter Kreeft en el último año, he llegado a apreciar más profundamente el tesoro que es la misa y la Eucaristía».
En el último año, ha leído más de 15 libros, todos ellos de pesos pesados católicos como Scott Hahn y Peter Kreeft. El rosario y la adoración eucarística ocupan un lugar importante en la vida de la pareja. El 18 de mayo, Kirby y Justine se unieron en Santo Matrimonio.
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