Actualidad Cultura Testimonios

¡3, 2, 1… acción! “El mayor regalo”, la película que inspira a Colombia con el perdón

Grabada en Venezuela, México, Panamá y Estados Unidos. Prueba de fe es una producción que tiene a la familia como principal foco de atención. Por tal motivo se adaptaron los casos a la cotidianidad actual. En todas las situaciones, la constante es la fe como principal motivación para la resolución de cada historia.

 

Disponible en:

-Razón + Fe (R+F): ¿Cuál ha sido el mayor regalo de sacar adelante esta película, que está entre el documental y la ficción?

Juan Manuel Cotelo (JMC): Ha sido una avalancha de regalos desde el primer día. Primero, por el hecho en sí de que la película apareció como sorpresa en mi vida, no la planifiqué. El hecho de haberla financiado a través de un crowdfunding con gente de 30 países, en el cual cada uno hizo su regalo, no a mí, sino a espectadores que la verán por todo el mundo y que nunca podrán dar las gracias a quienes hicieron su aportación.

Ha sido un regalo haber recibido el permiso y la invitación de ser testigo de personas que se han humillado pidiendo perdón y personas que han perdonado; no tienes derecho a estar ahí si no eres invitado a ello. Es un regalo ver cómo la película viaja por el mundo ahora gracias a personas que la piden en su país, se implican en la promoción y buscan salas de cine.

Es un trabajo en equipo, donde tengo la suerte de estar en primera fila, viendo lo que sucede y celebrando estar aquí, así que me cuesta mucho destacar el mayor regalo… el mayor regalo es sentirte amado, muy por encima de lo que tú esperabas, y ver que esa ola de amor no solo es real, sino que es creciente. Esto es una fiesta que empezó hace cuatro años en Colombia y espero que dure mucho tiempo.

-R+F: ¿Cuál es el génesis de esta película que se te cruzó en el camino sin haberla planeado?, ¿en el estreno en Colombia estarán en primera fila las personas que inspiraron “El mayor regalo”?

JMC: Espero que sí, aunque la principal inspiradora no está entre nosotros. Fue una mujer que durante 29 años se dedicó a ir en su silla de ruedas a buscar a las personas que estaban en la violencia, armados, cometiendo crímenes. Ella no huyó de ellos, sino que los buscaba y cuando los tenía delante les decía: “tengo una buena noticia que darte: eres perdonado, eres amado, eres esperado incondicionalmente por Dios, solo tienes que ir a recibir ese regalo cuando tú quieras”. ¡Cecilia, Cecilita! Esa mujer fue la que metió en la cárcel a 850 hombres, no los metió la Policía, no los metió el Ejército.

Durante esos 29 años iba a las zonas del Magdalena Medio y a otras a buscar a los violentos a darles un mensaje de amor, y solo recibió burlas y amenazas. Sus propios hijos le decían: “mamá, estás loca, ¿qué estás haciendo?”. Ella entendía que Dios le pedía que hiciera eso, y solo el día en que ellos -sus hijos- cayeron en la cuenta de lo que habían hecho se entregaron a las autoridades, pidieron tener en la cárcel a Jesucristo con ellos, a un sacerdote con ellos, y luego pidieron salir de la cárcel para encontrarse con sus víctimas para pedirles perdón. Poco después esa mujer falleció.

Si hoy yo estoy contando esta película es porque ella sembró su amor durante 29 años para provocar esas reconciliaciones, y con esto he aprendido que no se puede exigir el arrepentimiento, lo puedes invitar, lo puedes estimular, pero tú no puedes decirle a alguien: “venga, arrepiéntete ahora”, y ella tuvo la paciencia que todo lo alcanza de dar amor sin esperar nada a cambio, y al final se arrepintieron.

Abrazo de una señora a “Chatarro”, quien 10 años atrás había asesinado a su hijo delante de su casa: “esta es tu casa, yo soy tu madre, tú eres mi hijo, yo te perdono, ¿qué quieres tomar?”.

-R+F: Cuando hablas de que “Cecilita” metió a 850 personas en la cárcel, ¿te refieres a que al haber recibido aquel mensaje de amor y perdón de Dios todos ellos reconocieron el mal que habían hecho y se entregaron voluntariamente a las autoridades?

JMC: Exacto, exacto. Luego aparecieron muchas otras historias que no eran directamente protagonizadas por paramilitares, sino todo tipo de conflictos. Al final uno podría preguntarse: ¿cuál es el conflicto externo si lo que está creando realmente es un conflicto interno? Si estás triste, en el rencor y en el odio podemos hablar del detonante exterior, pero lo importante es curar la herida y hay heridas muy profundas dentro de las familias simplemente por personas que no se hablan, por dinero, por herencias, y el resultado anímico y espiritual de una persona es tan duro como cuando la herida viene provocada por algo muy violento. La persona está paralizada, triste e impedida.

De ahí surgió que la película del perdón no iba a tratar de una circunstancia concreta en un país concreto, porque el perdón no conoce fronteras, y buscamos personas que hubieran experimentado la potencia sanadora del perdón. No nos dediquemos a ser profetas de desgracias: ‘mira, este mató, este robó, este engañó’, sino que intentemos buscar una solución, y en este caso no había que buscarla, porque está ahí, llena de actos de amor que no llaman la atención, son silenciosos y no ocupan la portada de la prensa, cuando son reales.

-R+F: Precisamente hemos visto que en tus anteriores producciones has tenido una línea, por así decirlo, más “católica”, dirigidas quizás a un público más religioso, y hemos visto que “El mayor regalo” ha traspasado esas fronteras, llegando a un público que se puede identificar incluso como no creyente. ¿Esto nos revela que el tema del perdón, así como no tiene fronteras, tampoco tiene religión?, ¿qué pasa en la sociedad actual donde estamos ávidos de perdonar y ser perdonados?

JMC: Con todo respeto, pero no estoy de acuerdo con la pregunta que has hecho. No es más “católico” hablar sobre la Eucaristía que hablar sobre el perdón. No hay nada en la Iglesia Católica que sea -solo- para los católicos. “Católico” significa universal. Desde el momento en que tomamos cualquier partecita de la Iglesia Católica o cualquier mensaje del Evangelio y decimos: “esto es para los católicos”, dejó de ser católico. No sé hablar a los católicos.

No hice la “Última Cima” para los católicos, porque el sacerdocio no es un don para los católicos, sino para la humanidad; no hice una película sobre la Virgen María para los católicos, porque esa mujer no es la madre de los católicos, es la madre de toda la humanidad; no he hablado de testimonios de conversión para los católicos, porque el destino de todo ser humano es la conversión, la conversión en un ser hermoso en el que no haya mancha de pecado. Y si hablo del perdón no es más católico que lo anterior: cuando Jesucristo habla del perdón, habla para todos, al igual que cuando habla de la Eucaristía.

No puedo con el prejuicio de que lo católico es solo para los católicos, prefiero irme de esta Iglesia Católica y me voy con Jesucristo que dice: si tengo 99 y me falta uno, me voy por ese uno. Sino acabamos siendo lo que dice el Papa Francisco: autorreferenciales, hablándonos a nosotros mismos. ¿Dónde queda la misión de evangelización? “En el respeto. Yo te respeto”. Cristo no nos ha “respetado”, sino que se ha colado en el mundo para decir: “vengo a servirte, quieras o no. Si me rechazas es tu problema, pero seguiré sirviéndote”. Todos somos hijos de Dios.

¿Por qué me gusta el cine, la sala de cine? Porque nadie pregunta a la entrada: “¿tú en qué crees?”. Y me encuentro incómodo cuando estoy en cotos cerrados: si hay mil millones de personas en ese coto y está cerrado, no quiero estar ahí.

Dónde ver “El mayor regalo” en Colombia

En salas de Cinemark de Soacha, Cúcuta, Pereira, Pasto, Cali, Bucaramanga, Medellín, Villavicencio, Palmira, Santa Marta, Bogotá, Soledad – Barranquilla, Montería, Armenia.

A partir del jueves 13 de diciembre también en Tunja, Neiva, Ibagué, Manizales, Florencia y en la localidad de Suba de Bogotá.

Lugares y horarios, aquí: https://www.cinemark.com.co/

Cómo pedir la película en la sala de cine de tu ciudad

Ingresa aquí: https://www.elmayorregalo.com/pidela/

*Foto principal: El ex jefe paramilitar Ramón Isaza reconciliado con una víctima. 

*Este artículo fue actualizado el 10 de diciembre a las 4:30 p.m.


¡Bienvenido a la Razonatón de la Fe!

Apreciado amigo de Razón+Fe:

¿Te parece que los católicos y demás creyentes estamos bien representados en los grandes medios? Consideramos que no. Y por eso emprendimos desde 2014 una nueva forma de hacer periodismo que ya ha impactado a, por lo menos, 600 mil lectores (de la edición impresa), y a más de 270 mil visitantes en nuestra edición digital, que nació en 2016.

Y porque ya nos leen miles de lectores, como tú, quienes merecen continuidad de un servicio profesional cada vez más cualificado y diversificado, empezamos la Razonatón de la Fe, a la cual te invitamos:

  1. Unámonos en oración por la evangelización, la defensa de la vida y la familia.
  2. Formémonos como creyentes comprometidos y posibilitemos el diálogo intelectual, ético y humano con los no creyentes. Comparte nuestros artículos y síguenos en redes sociales @razonmasfe
  3. Actuemos y démosle un impulso definitivo a nuestra Fe. ¡Apóyanos con tu donación!

Comprometida con este desafío,
Alexandra Serna, directora de Razón+Fe [email protected]

Haciendo clic aquí puedes donar en línea de forma segura:Apoya a R+F haciendo una donación con Tarjeta Débito

*Recibe el boletín semanal de Razón+Fe:
[yikes-mailchimp form=”1″]

Leave a Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.