El activismo es la actitud de las personas que participan en movimientos, generalmente de tipo político o social. Pues bien, en la actualidad pueden dividirse en dos bandos, políticamente correctos o incorrectos.
Personalmente, defiendo la fe, la vida, la familia, soy opositora del feminismo y de aquellas causas que atacan sistemáticamente la tradición y las más nobles instituciones.
Esto ha generado que algunas personas se alejen de mi vida y me ha permitido conocer a otras tantas, maravillosas y muy valiosas, a ellas les dedico éste escrito.
Ser provida es un estilo de vida difícil, una elección que nos lleva a ser considerados retrógrados, nos cataloga como anti derechos; por eso, tomar la decisión de defender las dos vidas públicamente es algo que que solo hace alguien con mucha valentía.
Los admiro por luchar por esta causa.
Nuestra única pretensión, es la defensa del más importante derecho humano, la vida, desde la concepción hasta la muerte natural.
Ser provida no es solamente ir en contra del aborto, (o como nos llaman quienes defienden el otro bando, “profeto”) ser provida es oponerse a la eutanasia,al suicidio, la drogadicción, a la anticoncepción etc.
También es defender a hombres y mujeres en cada etapa de la vida, es defender la familia como institución, conocer y promover la fe y la ciencia, en fin, esta lucha abarca muchos frentes.
Vamos más allá y vemos la realidad social del país en el que vivimos y el mundo en general; muchas personas defensoras de la cultura de la muerte nos llaman anti derechos justificándose en algunos conceptos emitidos por la ONU en el que llaman al asesinato de bebés en el vientre de la madre “derecho sexual”.
Tristemente, el otro bando aunque tiene personas con estudios, es seguido por mujeres y hombres con heridas en su vida, por las cuales debemos orar. Se ha llegado al extremo en que mujeres pro aborto nos atacan, deseándonos muerte, violaciones y demás con el fin de que podamos “entender” la necesidad de asesinar a un ser indefenso.
Esas mismas personas que son “modernas” son las que toman la misma bandera que tomó el nazismo años atrás para justificar que “No es un ser humano”.
¿QUÉ NOS MOTIVA?
Los pro elección, piensan que nuestra única motivación para defender la vida es la Biblia, pero pasan por alto que nuestros argumentos son basados y fundamentados en la ciencia y el derecho, de hecho usamos como último argumento la palabra de Dios.
No porque no nos importe, sabemos que la vida es sagrada, lo hacemos para demostrar a través de argumentos que puedan validar la importancia de respetar la vida desde na cosmovisión diferente a la fe; sabemos y respetamos realmente a quien piensa diferente.
Es más muchos activistas provida no son siquiera creyentes, no sólo en Colombia en otros países del mundo existen grupos provida de ateos.
¿POR QUÉ DEFENDEMOS A LAS FAMILIAS?
Sencillo, porque los niños necesitan de un padre y una madre; el amor, el calor, la seguridad, la estabilidad y de una familia para crecer protegido y feliz. (CIC 2207-2208)
La familia es la célula de la sociedad. Los valores y principios que se enseñan y ven en el ámbito familiar hacen posible la vida social solidaria en la vida adulta y los espacios de la vida en sociedad.
Como muchos sabemos, (o hemos vivido); el crecer en un hogar sin una de las figuras paternas hace que uno de los dos roles familiares-sociales se aprenda desfigurado; de ahí que el desarrollo psicosocial no sea el adecuado y los vacíos afectivos hagan que se busque llenar ese vacío del corazónde cualquier manera.
Es innegable que la afectación a la familia es la razón de la destrucción social, por eso somos muchos quienes trabajamos por la vida, luchamos contra el aborto, la ideología de género, el feminismo, el socialismo y cualquier otro ataque que le sumen a la agenda 2030.
Hoy en día el activismo celeste se ha convertido en una causa que no sólo rompe fronteras geográficas, sino también ideológicas, filosóficas y políticas.
Mi voz y la de miles de personas en el mundo entero está al servicio de la vida, la mujer, la familia y la iglesia.