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El Vaticano dictamina que el Espíritu Santo actúa «para el bien» en Medjugorje, pero no dirá si los eventos son «auténticos».
Texto original del artículo, escrito por Michael Haynes, Corresponsal Sr. Vaticano para Life Site News.
La decisión «Nihil Obstat» del Vaticano sobre Medjugorje afirma que «el Espíritu Santo está actuando fructíferamente para el bien de los fieles», pero agrega que esto no significa que los «supuestos mensajes» sean de origen sobrenatural ni que los eventos estén aprobados.
El cardenal Víctor Manuel Fernández emitió una Nota, en la que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe pronunció una decisión vaticana innovadora sobre las muy debatidas supuestas visiones de Medjugorje, que se han estado prolongando durante más de 40 años.
La decisión «Nihil Obstat» sobre las supuestas visiones es la forma más alta de aprobación que la Santa Sede otorgará a cualquier supuesto evento sobrenatural, gracias a las peculiares nuevas normas emitidas por Fernández esta primavera, que ya no incluyen un pronunciamiento sobre si un evento es sobrenatural en su origen.
Fernández estipuló que su Nota, aprobada por el Papa Francisco el 28 de agosto, «no implica un juicio sobre la vida moral de los supuestos videntes», ni tampoco implicó una decisión de que las supuestas visiones «tienen un origen sobrenatural directo».
Fernández señaló esta distinción en su juicio:
«Evaluar los abundantes y generalizados frutos, que son tan hermosos y positivos, no implica que los supuestos eventos sobrenaturales se declaren auténticos. En cambio, solo resalta que el Espíritu Santo está actuando fructíferamente para el bien de los fieles «en medio» de este fenómeno espiritual de Medjugorje».
Como resultado de esto, el Vaticano estipuló que «al referirse a los ‘mensajes’ de Nuestra Señora, siempre se debe tener en cuenta que son ‘supuestos mensajes'».
Si bien el cardenal hizo referencia a frutos positivos en su análisis de algunos de los supuestos mensajes, también señaló aspectos «problemáticos» en ellos.
«Aunque encontramos muchos elementos positivos que ayudan a prestar atención al llamado del Evangelio cuando consideramos el conjunto total de mensajes relacionados con esta experiencia espiritual, algunas personas creen que ciertos mensajes contienen contradicciones o están conectados con los deseos o intereses de los supuestos videntes u otros», escribió al principio del texto. “No se puede descartar que esto haya sucedido en el caso de algunos mensajes”.
“Aquellos mensajes que atribuyen a Nuestra Señora las expresiones ‘mi plan’ o ‘mi proyecto’ también muestran un cierto aspecto problemático”, agregó, mencionando además un aspecto “aún más problemático” cuando los supuestos mensajes “se refieren a solicitudes que es poco probable que sean de origen sobrenatural, como cuando Nuestra Señora da órdenes sobre fechas, lugares y detalles específicos y cuando toma decisiones sobre asuntos ordinarios”.
“Aunque los mensajes de este tipo son infrecuentes en Medjugorje, podemos encontrar algunos de ellos que se explican únicamente a partir de los deseos personales de los supuestos videntes”, comentó Fernández.
En última instancia, el juicio Nihil Obstat, como afirma Fernández, se refiere únicamente a la acción percibida del Espíritu Santo en medio del «fenómeno espiritual» de Medjugorje.
“En medio de este fenómeno, el Espíritu Santo está llevando a cabo muchas cosas hermosas y positivas”, escribió.
La decisión de hoy autoriza «actos públicos de devoción» relacionados con Medjugorje, aunque cómo se llevarán a cabo tales actos públicos de devoción sin asumir la autenticidad de las supuestas visiones, algo que el Vaticano no afirma, está por verse.
En junio de 1981, seis niños de Medjugorje, Bosnia-Herzegovina, atestiguaron que estaban viendo visiones de Nuestra Señora en una colina cercana. Los niños, cuatro niñas y dos niños, eran: Ivan Dragičević, Ivanka Ivanković, Jakov Čolo, Marija Pavlović, Mirjana Dragičević y Vicka Ivanković.
Rápidamente recibieron el apoyo de los franciscanos locales a medida que se corrió la voz y comenzaron a congregarse peregrinos en Medjugorje.
Los videntes se referían a la supuesta visión como la «Gospa», utilizando una palabra croata para «señora».
El obispo local, el obispo Pavao Zanic, si bien inicialmente estaba abierto a la posibilidad de una visión, rápidamente se volvió sospechoso y dudoso del asunto.
La popularidad de Medjugorje creció, pero también lo hicieron los supuestos videntes. Vínculos con los franciscanos, cuya desobediencia al obispo local es un factor clave, y un elemento notable planteado por muchos de los numerosos críticos de Medjugorje desde que la supuesta visión alentó la desobediencia a las autoridades eclesiásticas locales.
Una serie de los mensajes de la «Gospa» han sido fuente de mucha controversia en que parecen contradecir elementos de la fe católica.
Algunos mariólogos respetados también han argumentado que las supuestas apariciones, casi a diario durante más de 40 años, no se parecen a la forma de las apariciones marianas previamente aprobadas.
Junto a esto han surgido crecientes escándalos relacionados con los supuestos videntes en términos de su estilo de vida y el apoyo crucial que recibieron de clérigos desobedientes a la jerarquía eclesiástica.
Sin embargo, los partidarios de Medjugorje a menudo señalan la gran cantidad de peregrinos, misas e informes de conversiones en el sitio, atestiguando que tales aspectos son signos positivos de la veracidad de las supuestas visiones.
Las decisiones de la Iglesia sobre Medjugorje no han sido proclives anteriormente a aprobar las supuestas visiones. Dos comisiones diocesanas locales en la década de 1980 dictaminaron que los eventos eran «non constat de supernaturalitate», es decir, que no pudieron determinar si eran de origen sobrenatural.
El obispo Zanic expresó su opinión privada al Vaticano en 1986, argumentando que los eventos definitivamente no eran de origen sobrenatural; sin embargo, no recibió ningún apoyo público de la Santa Sede para esta postura.
Si bien las peregrinaciones a Medjugorje fueron prohibidas si presumían la autenticidad de los eventos, esta decisión finalmente fue anulada por el papa Francisco en 2019, citando la gran cantidad de peregrinaciones que se realizaban.
Antes de esta decisión de Francisco en 2019, el papa Benedicto XVI estableció una comisión para evaluar los eventos. Liderada por el cardenal Camillo Ruini, el grupo trabajó de 2010 a 2014.
Los hallazgos del Informe Ruini nunca se publicaron oficialmente, aunque se filtraron algunos supuestos detalles a la prensa. Parecía que la comisión era favorable a las primeras siete supuestas visiones, del 24 de junio al 3 de julio de 1981, pero estaba decididamente dividida entre sus miembros sobre todo lo demás desde entonces.
Hablando con los periodistas en el avión papal en mayo de 2017, Francisco agregó que el informe era «muy bueno» pero además afirmó que tenía «dudas» sobre las visiones después del 3 de julio de 1981.
Desde 2017, un delegado apostólico ha estado en el lugar en Medjugorje por expreso deseo del Papa, encargado de una misión «pastoral», en lugar de un papel doctrinal o decisorio.
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