Así lo ha denunciado el Periodista italiano Marco Tosatti en su sitio web Stylum Curiæ, este 27 Septiembre 2020. En la introducción de la nota, dice:
«…ayer conocí al cardenal Joseph Zen, que vino a propósito desde Hong Kong, a una estancia limitada a sólo 120 horas, cuatro días, para ver al Pontífice reinante y hablar con él sobre la Iglesia de Hong Kong.
El cardenal de 88 años se fue esta mañana sin que el Papa reinante lo recibiera. Si la calidad humana de una persona también se ve por los detalles, no sé cómo se puede juzgar a alguien –un líder– que no encuentra en cuatro días media hora para recibir a un sacerdote anciano, que a pesar de algún problema de salud decide por el amor de la Iglesia tomar un viaje al otro lado del mundo.
Entiendo que hay personas que pueden ser juzgadas embarazosas, molestas, etc. Pero me parece vagamente recordar que entre las obras de misericordia también hay la de soportar a la gente acosadora. O los que cada uno cree, subjetivamente tal. Pero evidentemente el Pontífice reinante en estos días estaba demasiado ocupado decapitando a los colaboradores para recibir a su fiel y anciano asesor.
Y prosigue: «Aquí recogimos algunas de las cosas que dijo el cardenal durante la reunión que tuvo con algunos amigos y colegas en Roma. En cuanto a la situación china, y en Hong Kong, no es muy optimista«:
«Ahora estamos en el fondo»,
y teme un desarrollo dramático en un futuro próximo.
«Vine por algo para Hong Kong. Para alegar la causa de nuestro futuro obispo. Durante más de un año y medio llevamos sin obispo en Hong Kong. Al principio estaba la buena idea de nombrar al auxiliar, que permanecía cuando el obispo moría; un franciscano amable pero también valiente: mons. Joseph Ha Chi-shing, quien criticó amablemente al gobierno, sin gritar».
Según dijo el cardenal, «se habló de este obispo auxiliar como una sucesión. Ahora dicen que se necesita a alguien que tenga la bendición de Beijing: y mencionan a un sacerdote, Peter Choi. La mayoría de nosotros no lo vemos bien. La comunidad estaba dividida».
«En un momento dado se dieron cuenta de que no era una opción conveniente y dijeron, vamos a buscar a una tercera persona. Estos días veo, sospecho, que el otro grupo está tratando de poner el segundo nombre, Peter Choi, de nuevo sobre la mesa».
Como lo expresa el Cardenal Zen, no llegó de improviso. Anunció su visita y su intención:
«Vine con una carta al Santo Padre, para decirle que si este es el caso será un desastre para la Iglesia de Hong Kong, un desastre durante décadas. Le dije que estoy aquí por tres o cuatro días, si quieren llamarme… pero no me llamaron.
Entregué la carta que había escrito para el Papa al secretario personal, Gonzalo Aemilius. Entiendo, va a estar muy ocupado. Esperé cuatro días para que me llamaran, pero no me llamaron. Así que voy a volver hoy.
Y sentencia:
«Será horrible si lo hacen con Peter Choi. Es ridículo que sea preferido sólo porque le gustaría Beijing. Pekín es un tirano».
Fotografía del encabezado: El Confidencial Digital
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