El sacerdote y periodista Vincenzo Rini (en la imagen principal) es uno de los 26 sacerdotes italianos que han muerto durante la crisis sanitaria generada por el coronavirus.
El caso más desgarrador es el de la pequeña Diócesis de Bérgamo, uno de los focos del virus, donde han muerto 10 sacerdotes entre 84 y 59 años.
Le sigue la Diócesis de Parma, en el sur de Milán, donde han muerto 5 sacerdotes entre los 94 y 55 años. Uno de ellos contagió a su madre quien también está enferma.
Es doloroso ver que también los sacerdotes se enferman, a veces por celo pastoral, y van más allá de la puerta de triaje donde, comprensiblemente, nadie puede entrar.
Luego, alternando esperanzas y recaídas, nos dejan. Cinco sacerdotes de la diócesis han muerto desde el comienzo de esta epidemia.
Ellos también compartieron este via crucis y el Obispo sigue sintiendo una punzada por su muerte, como un golpe que hace doblar las rodillas, el dolor que me invade a mí y al presbiterio, a las comunidades.
Obispo de Parma
Los sacerdotes han sido enterrados sin los ritos funerarios, al igual que el resto de las personas que han muerto con el virus.
Fuente: 26 sacerdotes han muerto ya en Italia por el coronavirus: «Una punzada, un golpe», clama un obispo – Religión en Libertad