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Bajo el título “Manténganse firmes en su Fe”, el entonces Obispo de la Diócesis de Tyler, Texas, Estados Unidos, Mons. Joseph Strickland, emitió hace un año una Carta Pastoral, en la que advierte el riesgo cierto de apostasía de la Verdad, apartamiento de la Fe y cisma en la Iglesia Católica.
Esto le costó el ser defenestrado por El Vaticano, bajo la forma de una destitución improcedente e injusta. Hoy los hechos le dan la razón, ad portas de la segunda ronda de deliberaciones del llamado “Sínodo de la sinodalidad”, que se abrirá con un “acto penitencial” en el que se “pedirá perdón” por “los pecados contra la sinodalidad” y otros extraños pecados como aquel según el cual la predicación de la Verdad y la evangelización consisten en “tomar la Doctrina y arrojarla sobre los demás como una piedra”.
De ello han hablado hace poco con claridad y auténtica Caridad Pastoral el Cardenal Gerhard Ludwig Müller y otros destacados Sacerdotes y Teólogos. “Para verdades el tiempo”, reza un adagio popular, que hoy se cumple cabalmente en las palabras del Obispo Joseph Strickland dichas muy a tiempo. Recordemos algunos hechos:
Tan sólo un mes y medio después de la primera ronda de deliberaciones, por fuera del sínodo y de la cacareada “sinodalidad”, el ahora Dicasterio de la Fe publicó “Fiducia Suplicans”, un documento cargado de concepciones erróneas sobre la Liturgia y la Bendición, contradictorio con la enseñanza de la Iglesia, que concluía aprobando las “Bendiciones a personas del mismo sexo” y a las “parejas” en unión more uxorio (entiéndase claramente las supuestas “parejas” que conviven) Declaración Fiducia supplicans sobre el sentido pastoral de las bendiciones (18 de diciembre de 2023). Muchos sacerdotes y expertos se pronunciaron señalando los errores y la inconveniencia del documento: después de ello decidieron cerrar sus canales digitales y dejar de emitir criterios al respecto, tan necesarios para la orientación de los feligreses y de los interesados en conocer con seriedad dichos temas. La publicación del documento no se consideró como “un pecado contra la sinodalidad”.
Luego se emitió la Nota de prensa sobre la recepción de Fiducia supplicans (4 de enero de 2024), que obliga a aceptarla; después vino la publicación de otro polémico documento de la misma oficina llamado “Dignitas Infinita”, Declaración Dignitas infinita sobre la dignidad humana (2 de abril de 2024). Y así otros bastante cuestionados sobre “respuesta” a algunas Dubbia, pasando por la excomunión extrajudicial del Obispo Carlo María Viganò, hasta llegar a las declaraciones públicas dadas por Francisco sobre “las religiones”, de las cuales afirma que “todas son caminos que conducen hacia Dios”.
Justo un mes y medio antes del comienzo del sínodo, el Obispo Strickland hizo las advertencias que hoy recordamos. En su alocución en Español, en el video, refiere que la Carta y su mensaje Pastoral es de agosto de 2023, aunque estos se hicieron públicos en dicho idioma el 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María.
El Obispo Strickland comienza su intervención aludiendo a los que considera los errores más graves que se han introducido actualmente en la Iglesia:
- Equiparar a Jesucristo con cualquier otro portavoz religioso, es decir, rebajarlo de su auténtica condición de Dios y Señor nuestro y poner así Su Enseñanza, la verdadera Fe, al mismo nivel de cualquier pseudo doctrina religiosa.
- Negar la necesidad de la Evangelización, de llevar Su Palabra al mundo, so pretexto de que se trata de un “proselitismo” innecesario.
- El “universalismo”, según el cual –no importa cuál sea su estado de vida y religión, incluso si está en pecado– “todos se salvarán”.
- De ello se deriva un grave riesgo para la Salvación de las almas, pues se incurre no sólo en el indiferentismo religioso, sino en el relativismo moral, en la adulteración de la Doctrina Cristiana –del “Depositum Fidei”–, en la tolerancia y cooperación directas con el mal, en la profanación sacramental y en el Sacrilegio de la Eucaristía, de la Sagrada Comunión.
Todo ello se ha cumplido en gran parte y, mientras tanto, avanza y toma fuerza una gran apostasía de la Verdad. En el transcurso del año entre la primera ronda de deliberaciones y la segunda, hemos visto destituciones, expulsiones, nuevas declaraciones sobre temas sensibles en materias como la Mariología, amenazas de excomunión y otros hechos en la misma línea, que caldean el ambiente y las expectativas sobre lo que se propondrá y aprobará en esta segunda ronda, que luego dará lugar a algún documento pontificio, bajo la figura de una Carta Encíclica o de una Exhortación Apostólica.
Aunque para todo el mundo está ya bastante claro que lo que no apruebe el sínodo, lo hará Doctrina de la Fe u otra oficina por la vía administrativa, es decir, mediante la emisión de un documento con carácter y fuerza de decreto, al que se exigirá obediencia y plena sujeción, no importan las “dubia” que procedan y se publiquen pidiendo aclaración y responder SÍ o NO sobre su ajuste a la Doctrina, a la Sagrada Escritura y a la Sagrada Tradición.
Citando a San Pablo en su Epístola a los Gálatas, el Obispo Joseph Strickland ilustra y centra el problema, denunciando con el Apóstol lo fácil y rápido que nos hemos pasado a “otro evangelio”, y cómo nadie –ni uno de ellos puede presentar una doctrina diferente, pues le valdrá la condena: “¡Sea Anatema!”.
Tan grave es la situación y tan cierto el riesgo, no sólo de cisma, sino de pérdida de las almas encomendadas a la Iglesia, que extiende su preocupación como “Padre” espiritual y como Pastor, expresándola por sí mismo y emitiendo su mensaje Pastoral en idioma Español.
Como podemos apreciar, se acerca la hora de las definiciones y, con ella, el momento de la Verdad. Es la hora de decidir permanecer fieles a la Verdad, dentro de la Iglesia, pues “Cristo no abandonará a Su Esposa”.
Veamos el video…
Cada quien podrá verificar si la advertencia es prudente y oportuna, si tiene vigencia, y hasta dónde se ha cumplido o no lo previsto por el Obispo Strickland.
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