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La polémica parodia “drag queen” de la Última Cena, en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024, ha provocado reacciones de indignación no solo entre los líderes cristianos, sino también entre importantes autoridades musulmanas.
El líder supremo de Irán, el ayatollah Ali Khamenei, condenó los “insultos” contra Jesucristo, señalando que Jesús es una figura respetada en el Islam.
«El respeto por Jesucristo (…) es un asunto indiscutible y definitivo para los musulmanes», afirmó Khamenei en una publicación en Twitter. «Condenamos estos insultos dirigidos a las figuras sagradas de las religiones divinas, incluyendo a Jesucristo», añadió el líder supremo de Irán desde 1989.
Por su parte el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, también habló en contra del polémico espectáculo manifestando su intención de llamar al Papa Francisco a la brevedad para discutir la «inmoralidad cometida contra el mundo cristiano«. Según Erdoğan, la «vergonzosa escena en París ofendió no solo al mundo católico y cristiano, sino también a nosotros tanto como a ellos«.
Si bien los musulmanes no reconocen la divinidad de Jesús, sí lo veneran como un profeta. La máxima institución de la rama suní del Islam en Egipto, también emitió un comunicado condenando la representación olímpica. «Las escenas retratan a Jesucristo en una imagen ofensiva que implica una falta de respeto hacia su persona«, señala el texto. «Casi 2 mil millones de musulmanes creemos que Jesús es el Mensajero de Alá«, añade.
El Consejo de Ancianos Musulmanes, bajo la presidencia de Ahmed Al-Tayeb, gran imán de Al-Azhar, también emitió una denuncia de la ceremonia inaugural. «Este acto vergonzoso mostró una completa falta de respeto por las creencias de la gente religiosa y los altos valores morales que estiman«, indica el pronunciamiento.
Si bien la portavoz del comité organizador de los Juegos Olímpicos defendió el espectáculo alegando que no hubo intención de faltar el respeto a ningún grupo religioso, el obispo Robert Barron calificó sus declaraciones como «todo, menos una disculpa«.
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