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Una multitud de fieles católicos que participaban en una jornada de oración por la paz en Venezuela y Colombia, quedaron profundamente conmovidos al presenciar una manifestación eucarística el pasado 10 de agosto en la parroquia San Joaquín de Bogotá.
Según relatan los testigos, al momento en que el sacerdote agustino Juvel Zuluaga ingresó al templo portando la custodia con el Santísimo Sacramento para depositarlo en el altar, notaron un inusual fenómeno: la Hostia consagrada que se encontraba en el centro de la custodia parecía estar palpitando intensamente.
«Este acontecimiento sorprendió tanto al sacerdote como a los asistentes. Mientras el padre Juvel sostenía el Santísimo en sus manos, una mujer comenzó a orar con voz temblorosa, diciendo: «Alabado seas, nuestro Señor. Ten misericordia, Señor. Perdónanos, Señor. Postrados de rodillas, te damos gracias porque estás aquí presente. Bendito seas, alabado seas, toda la gloria siempre para ti».
Sus palabras reflejaban la devoción y la emoción del momento», relató el comunicado emitido por la parroquia.
Entre sollozos y súplicas de perdón por los pecados propios y ajenos, los más de 300 fieles reunidos pidieron misericordia por Colombia, Venezuela y el mundo entero. Incluso el padre Zuluaga, visiblemente conmovido, no pudo contener las lágrimas.
«Esta jornada por Venezuela y Colombia fue recibida como un signo de amor y compañía divina para estas naciones y el mundo entero. Que esta manifestación nos lleve a valorar más el inmenso regalo del cielo que es la Santa Eucaristía, reafirmando nuestra fe y continuando en el camino de la reparación«, expresó el sacerdote.
Se pronuncia la Diócesis de Engativá
El Padre Arley Guarín Sosa, Vicario General de la Diócesis de Engativá, señaló en declaraciones realizadas el jueves a Aciprensa que «tras una ‘revisión básica de la información’ recibida, ‘no hemos encontrado elementos suficientes para determinar que hay un milagro eucarístico'».
El vicario aclaró, en relación al video difundido, que éste «fue subido por personas que no son de la diócesis, sino que participaron en la jornada del sábado».
«Entonces, la información que subieron corresponde más a una reacción espiritual, emocional, de las personas que están ahí, pero nosotros no hemos visto que hay elementos necesarios para hablar de un milagro eucarístico«, reiteró el Padre Sosa.
Sobre el hecho ocurrido, el sacerdote manifestó que «si bien existen experiencias interiores ‘ante la contemplación del Señor en el Santísimo’, ‘con la primera información que hemos tenido a nivel objetivo, hemos determinado que ni siquiera hay elementos suficientes para iniciar una investigación‘».
Adicionalmente, el vicario general subrayó que «para poder hablar de un milagro eucarístico se requiere, primero, un tiempo prolongado de reflexión e investigación».
En relación con la difusión del video, el Padre Sosa indicó «que estamos en la era en que cualquiera tiene un video y enseguida lo sube, y sin saber lo que eso representa».
Ante ello, precisó que en casos similares «primero se debe informar al obispo del lugar para que lo verifique y evalúe si puede ser comunicado. Pero esto no tuvo ningún filtro, se subió de manera espontánea, de manera inmediata (…), y esto requiere un cuidado especial».
Pese al tono de los comunicados, el primero, un poco eufemístico y apaciguador por parte del sacerdote, y el de la diócesis, escéptico y con algunas expresiones un tanto descalificadoras, es comprensible que se mantenga la necesaria prudencia ante esta clase de hechos.
No obstante, lo sucedido trae a la memoria un hecho similar acaecido en una parroquia de la Arquidiócesis de Bogotá durante la cuarentena, cuando en plena Misa el sacerdote celebrante tiene una clara experiencia espiritual mientras sostiene en alto la Hostia Consagrada, luego de lo cual informa a los asistentes que a partir de aquel momento no volverá a entregar la comunión en la mano sino sólo en la boca. Unos días después es requerido por el Obispo, y a partir de entonces el sacerdote calla.
Citamos a continuación un sano criterio apostólico de Prudencia contenido en la Sagrada Escritura, dado por San Pablo:
«…examinadlo todo y quedaos con lo bueno».
1 Tesalonicenses 5, 21
Atendiendo a dicho criterio, es necesario que todo sea debidamente puesto a prueba. Pero también, retener lo bueno; en este caso, las palabras del Sacerdote que fue testigo directo del hecho:
Para ilustración de los lectores, incluimos el video completo proporcionado por la comunidad de fieles que participó en el acto de Adoración y de Reparación, pidiendo por Colombia y Venezuela. Se trata del Cenaculo María Madre del Amor Perpetuo.
La prensa y distintos medios también se hicieron eco de este acontecimiento. Ver: milagro eucaristico en bogotá – YouTube.
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