Actualidad Análisis Fe

“Dios sí castiga, y para consuelo”: padre Raúl Sánchez

Horton no es sólo un bondadoso y torpón elefante, sino tambíen es el único animal capaz de oir a una microscópica comunidad aislada en una mota de polvo, lo que provocará que sus vecinos le tomen por loco e intenten destruir la mota de polvo en la que el pueblo de Villaquien vive en pacífica armonía. Horton está dispuesto a ayudar a los habitantes de Villaquién cuya frágil existencia pende de un hilo.

Disponible en:

La realidad de la pandemia, una vez desatada, ha puesto de nuevo sobre el tapete la discusión –más bien reciente– sobre el hecho de si Dios castiga o no. Y decimos “reciente”, porque hasta hace apenas unas décadas había unidad de criterio y el consenso sobre ello eran unánimes: Dios castiga.

Pero luego se ha planteado una falsa antinomia entre “castigo” y “misericordia”. La cuestión aquí es: ¿Qué se entiende como castigo? ¿Quién dijo que el castigo es un mal? El castigo es un bien. Y lo es para el castigado, para quienes le rodean y para la sociedad.

¿Qué dice la Sagrada Escritura?

“El Señor corrige a los que ama y castiga al que recibe como hijo”.

Hebreos 12, 4

En nuestro portal hemos ido haciendo un importante acervo acerca del tema. Veamos este interesante video…


[mks_col][mks_one_half]Apoya el periodismo católico con una donación en DÓLARES con tu tarjeta de crédito:[/mks_one_half][mks_one_half]O con tu tarjeta débito a través de PSE: [/mks_one_half][/mks_col]

Leave a Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.