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¿Alguna vez, en el día de la Epifanía del Señor, has pasado ante una puerta que parece tener letras y números escritos al azar en la parte de arriba? Estas inscripciones están cargadas de un gran significado.
La Epifanía, también conocida como «Pequeña Navidad», es la fiesta que conmemora la llegada de los tres Reyes Magos que adoraron al Niño Jesús recién nacido. Se celebra tradicionalmente el 6 de Enero.
Sin embargo, en diversas regiones se conmemora entre el 2 y el 8 de Enero. En algunos países, como en España, es el día en que los niños reciben regalos.
Tradicionalmente, en la Solemnidad de la Epifanía los católicos bendicen sus casas escribiendo las letras C, M y B, y los números del año —por ejemplo, 2025—, en la parte superior de las puertas.
Las letras aluden a los tres Reyes Magos: Gaspar (Caspar en latín), Melchor y Baltazar. También representan la bendición en latín Christus Mansionem Benedicat, que significa «Que Cristo bendiga esta casa».
¿Cómo hacer la bendición?
Todos los miembros de la familia se reúnen ante la puerta principal de la casa y hacen la señal de la cruz. Luego se pronuncia esta oración:
Monitor: Paz a esta casa.
Todos: Y a todos los que la habitan.
Monitor: Desde Oriente llegaron los Reyes Magos a Belén a adorar al Señor, y abriendo sus tesoros ofrecieron dones preciosos: oro para el gran Rey, incienso para el verdadero Dios, y mirra como símbolo de su sepultura.
Todos ingresan a la casa y leen el Magníficat, el himno de alabanza de la Virgen María tras el saludo a su prima Isabel. En ese momento se asperja la puerta con agua bendita. Después de ello, se continúa:
Todos: Desde Oriente llegaron los Reyes Magos a Belén a adorar al Señor, y abriendo sus tesoros ofrecieron dones preciosos: oro para el gran Rey, incienso para el verdadero Dios, y mirra como símbolo de su sepultura.
Monitor: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Todos: Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal.
Amén.
Monitor: Todos los de Saba vendrán.
Todos: Trayendo oro e incienso.
Monitor: ¡Oh Señor!, escucha nuestra oración.
Todos: Y que llegue a Ti, nuestro clamor.
Monitor: ¡Oh Dios!, que con la guía de una estrella manifestaste en este día a tu Hijo unigénito a los gentiles, concede misericordiosamente que los que te conocemos por fe también alcancemos la visión de tu gloriosa majestad. Por Cristo, nuestro Señor.
Todos: Amén.
Monitor: Ilumínate, ilumínate, ¡oh Jerusalén!, porque ha venido tu luz, y la gloria del Señor ha surgido sobre ti: Jesucristo, nacido de la Virgen María.
Todos: Y los gentiles caminarán en tu luz y los reyes en el esplendor de tu ascenso, y la Gloria del Señor ha surgido sobre ti.
Monitor: Oremos: Bendice, ¡oh Señor Dios Todopoderoso!, este hogar, para que en él haya salud, pureza, la fuerza de victoria, humildad, bondad y misericordia, el cumplimiento de tu ley, la acción de gracias a Dios Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Y que esta bendición permanezca sobre este hogar y sobre todos los que habitan en él. Por Cristo, Nuestro Señor.
Todos: Amén.
Después de la oración, se camina por la casa asperjando agua bendita en cada habitación. Luego se escriben las letras 20 + C + M + B + 25 unidas por cruces, en la puerta principal, flanqueadas por los números del año.
Esto se hace al inicio del año para invitar a Dios a los hogares y poner a las familias bajo su protección.
Si no se tiene la tiza, o no se quiere usar, lo mejor siempre es servirse de un Sacramental: agua, aceite, sal… La ceniza de los ramos es adecuada, remojada en el agua bendita y con alguna gota de aceite y unos granos de sal. O hacer Bendecir algo de tinta o pintura o, simplemente, mezclarle lo anterior. En último caso, imprimir la inscripción y hacerla Bendecir para colocarla sobre la puerta.
Lo más importante, no obstante, es renovar las Promesas Bautismales, renunciando al pecado, y vivir en Gracia de Dios (Confesión y Comunión en la Santa Misa, y Adoración Eucarística).
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