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Un artículo reciente del New York Times describió el dolor oculto de los padres que nunca se convertirán en abuelos, debido a las decisiones de sus hijos.
Al respecto, la periodista Catherine Pearson escribió:
«Un número creciente de estadounidenses está eligiendo no tener hijos. Sus padres están lidiando con lo que eso significa para ellos».
Pearson afirmó que, en 2014, el 60% de los adultos de 50 años o más tenían al menos un nieto. En 2021, esa tasa cayó a poco más del 50%.
La autora agregó que muchos adultos en Estados Unidos no están teniendo hijos, y una de las principales razones es que «simplemente no quieren«.
Contó la historia de una madre, Lydia Birk, quien tiene tres hijos y ha conservado su copia favorita de «El conejito de felpa» desde que eran pequeños. A Birk «le encantaba ser ama de casa», informa Pearson, y esperaba con ansias el día en que pudiera compartir sus historias favoritas con sus nietos. Pero sus tres hijos no planean tener hijos.
Birk dijo que la decisión es «correcta para ellos», aunque le rompe el corazón.
«Ya no tengo hijos pequeños, y ahora no voy a tener nietos«, dijo. «Así que esa parte de mi vida simplemente terminó«.
El esposo de Birk, John, agregó:
«Ese es el mejor y el peor aspecto de tener hijos. Los ves tomar sus propias decisiones, diferentes a las tuyas«.
La terapeuta Claire Bidwell Smith agregó que incluso los padres que dicen comprender intelectualmente la elección de sus hijos, aún tienen un profundo sentimiento de anhelo y pérdida cuando se dan cuenta de que no tendrán nietos.
«Siempre escuchas a la gente hablar de lo grandioso que es ser abuelo, de cómo es mejor que ser padre», dijo Smith. «Creo que cuando la gente no llega a experimentar eso, hay un dolor muy real que viene con ello».
Agregó que la sociedad estadounidense tiende a no reconocer este dolor, y la gente no sabe cómo discutirlo. Alentó a los padres a reconocer su dolor y «sentarse con él«.
Luego, Pearson citó a la psicóloga Maggie Mulqueen, quien dijo que la falta de nietos en la vejez puede introducir preguntas existenciales sobre la vida y el legado, ya que en ese punto, los ancianos tienen menos años por delante que los que ya han vivido.
Mulqueen agregó que la negativa de los millennials y la Generación Z a tener hijos puede tensar su propia relación padres-hijos. Incluso puede sentirse como un rechazo personal, con los padres pensando: «¿Arruiné tanto la crianza de mis hijos que no quieren tener hijos?«.
Mulqueen dijo que los padres mayores que extrañan estar cerca de los niños pequeños y no tienen nietos en el horizonte pueden intentar encontrar otras formas de pasar tiempo con niños, como ser tutores en una escuela primaria local.
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