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Las familias involucradas en actividades religiosas tienden a ser más felices, estables y menos abusivas que otras familias, según nuevos estudios.
La columnista Meagan Kohler escribió en un reciente artículo de opinión para Deseret News que le pidió al profesor Justin Dyer de la Universidad Brigham Young información sobre «los efectos de la religiosidad en el bienestar individual y familiar».
Según Dyer, quien ha estudiado extensamente el tema, los datos «son bastante claros» al sugerir que las familias religiosas son más estables y sufren menos abuso infantil y doméstico que otras.
Kohler hizo referencia a otro estudio similar realizado en Irlanda, que exploró «las asociaciones entre la religiosidad de las madres y el funcionamiento de las familias y los niños». «Los investigadores descubrieron que la religiosidad materna (cuánto valoraba y participaba una madre en su religión) se correlacionaba con un mayor apego madre-hijo y se correlacionaba inversamente con conflictos familiares», escribió Kohler. «A medida que aumentaba la devoción y participación de la madre en su fe, disminuían la angustia psicológica materna y los problemas de adaptación infantil».
Otro estudio descubrió que los hombres que asisten regularmente a los servicios religiosos tienen un 72% menos de probabilidades de abusar de sus parejas femeninas, lo que se suma a la sensación general de estabilidad y bienestar de una familia.
«Las comunidades de fe hacen más que condenar lo malo, por supuesto, y los mensajes positivos sobre los jóvenes también son comunes», continuó Kohler. «Otro estudio transversal reciente de 30.000 adultos en 24 países encontró que las personas religiosas tenían más probabilidades de ver a los niños como fuente de alegría y felicidad, en lugar de cargas».
Kohler, una mormona que está criando a sus hijos en la misma fe, agregó que espera que crecer con un trasfondo religioso beneficie a sus hijos de la misma manera que encontraron los estudios.
«Un día [mis hijos] se irán por su cuenta y tendré mucha menos influencia sobre sus decisiones», escribió. «Mi esperanza es que recuerden la felicidad que sintieron en la casa de sus padres, y que esto los ate a las enseñanzas y prácticas religiosas que han llenado mi propia vida de tanta alegría».
Fuente: Studies show religious families happier and less abusive
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