El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, pidió combatir la hostilidad hacia los cristianos, en su discurso pronunciado en las Naciones Unidas el 22 de septiembre.
“Hago un llamado a toda la comunidad internacional para proteger la libertad religiosa y luchar contra la cristofobia,” dijo el presidente Bolsonaro.
Cerró su discurso diciendo: “Brasil es un país cristiano y conservador, y tiene a la familia como base.”
Al respecto la organización Union of Catholic Asian News informó que “la pandemia se ha convertido en un pretexto para intensificar la persecución contra los cristianos” de los gobiernos autoritarios.
Por otra parte, Paul Robinson, director ejecutivo de Release International, explicó que en China los cristianos son arrestados por realizar oraciones en línea, mientras que en Eritrea, los cristianos que huyen de la persecución “no pueden acceder a los campamentos de refugio y otros sistemas de apoyo de la ONU.”
El comentarista protestante Julio Severo señaló que el informe oficial de la ONU cubrió gran parte de lo que Bolsonaro discutió en su discurso, pero no mencionó su comentario sobre la “cristofobia” o su comentario de que Brasil es un “país cristiano y conservador.”
“Las Naciones Unidas no mencionaron nada [sobre la denuncia de cristianofobia] para no ofender a Arabia Saudita, Irán, China y otras naciones que persiguen a los cristianos,” comentó Severo.
El apoyo vocal de Bolsonaro a los cristianos y el conservadurismo recuerdan su historia de acciones cristianas y a favor de la familia, como su proclamación de consagrar Brasil al Inmaculado Corazón de María, su promoción de la educación sobre la abstinencia y su oposición a la ideología de género LGBT.
Fuente: Lifesitenews.com